El uso del catalán en el ámbito sanitario vuelve a estar en el centro del debate público. La Fundació Puigvert, referente en urología, nefrología y andrología en Catalunya, ha dado un paso firme: desde ahora, el conocimiento del catalán será un requisito imprescindible para quienes aspiren a trabajar en la institución. Una decisión que, según su presidenta, Helena Ris, responde no solo al cumplimiento de la normativa, sino también a un compromiso social.
Un plan lingüístico con visión de futuro
La medida se materializa a través de un plan de gestión lingüística que ya se ha comenzado a aplicar. Según explicó Ris en una entrevista en Tot es mou de TV3, el objetivo no es solo ajustarse a lo que dicta la ley del Departament de Salut, que exige a las instituciones sanitarias disponer de planes lingüísticos, sino también fomentar activamente el uso del catalán entre los profesionales y los pacientes.
"El Departament de Salut tiene una normativa que obliga a elaborar este plan", detalló Ris, "pero, sobre todo, somos una institución del país y debemos asumir el reto de facilitar a los recién llegados el conocimiento del catalán". La presidenta insistió en que el derecho de los pacientes a ser atendidos en su lengua es un pilar esencial del servicio público de salud.

750 trabajadores de 50 nacionalidades distintas
La Fundació Puigvert cuenta actualmente con más de 750 trabajadores de unas 50 nacionalidades diferentes, lo que convierte al multilingüismo en una realidad cotidiana. Sin embargo, Ris aseguró que la implantación del plan ha sido bien recibida por la mayoría de los profesionales.
"La implementación ha sido vista de forma positiva porque se ha hecho de manera amable pero con firmeza", explicó. Además, remarcó que se han puesto a disposición de los trabajadores todas las herramientas posibles para facilitar el aprendizaje del idioma, desde recursos de la Generalitat hasta programas del Consorci de Normalització Lingüística.
Dos años para aprender el idioma si no se cumple el requisito
Una de las cuestiones que más interés ha despertado es qué ocurre con los aspirantes que no pueden acreditar el nivel de catalán requerido. La presidenta aclaró que si el candidato cumple con el resto de méritos necesarios para el puesto pero no domina la lengua, se le ofrece un plazo de hasta dos años para aprenderla.

“No se trata de excluir”, subrayó Ris, “sino de dar oportunidades y acompañar a los profesionales en su adaptación”. Esta política busca equilibrar la excelencia médica con el respeto y promoción del idioma propio del territorio.
Un proceso gestado con consenso interno
Según explicó Helena Ris, el plan no nació de la noche a la mañana. Su gestación comenzó hace casi dos años, coincidiendo con una creciente preocupación por el retroceso del uso del catalán en diversos ámbitos sociales, incluido el sector sanitario. "El sector salud no es ajeno a lo que sucede en la sociedad", reconoció.
El desarrollo del plan contó con un amplio consenso interno entre los distintos profesionales de la plantilla, algo que Ris considera fundamental para su éxito. "Hemos construido este plan con mucho consenso, con unas 15 medidas para fomentar el uso del catalán en la fundación".
El catalán, más que una herramienta de comunicación
La presidenta de la Fundació Puigvert enfatizó que el idioma no es solo una herramienta para transmitir información médica, sino también un vehículo para respetar los derechos lingüísticos de los pacientes y reforzar el sentimiento de pertenencia a la sociedad catalana.
Aunque más del 50% de la plantilla utiliza habitualmente el catalán, Ris reconoció que en ocasiones los profesionales cambian de idioma, especialmente cuando hay alumnos o profesionales de fuera. Sin embargo, insistió en la importancia de que quienes conocen el catalán lo usen siempre que sea posible, cambiando solo cuando sea estrictamente necesario para la comprensión de los interlocutores.
Lo que dice finalmente sobre los catalanes
Helena Ris concluyó con una reflexión que resume el espíritu del plan: “El catalán no es solo una lengua de trabajo, es un derecho de los pacientes y una responsabilidad de quienes formamos parte de esta sociedad. Los que sabemos catalán debemos usarlo siempre que sea necesario.
Es una forma de preservar nuestra identidad colectiva y de garantizar una atención sanitaria de calidad para todos los catalanes.”Con es ta declaración, la Fundació Puigvert no solo cumple con la normativa, sino que se posiciona como una institución que defiende el catalán como lengua vehicular y como símbolo de inclusión y respeto.