El futuro económico es una de las grandes inquietudes de quienes se acercan a la etapa de jubilación. Más allá del ahorro personal, muchos ciudadanos miran con atención cómo la normativa puede influir en sus ingresos. Cada detalle cuenta, y entenderlo a tiempo puede marcar una diferencia clave en la vida después del trabajo.
En medio de este debate surgen especialistas dispuestos a aclarar dudas y acercar información útil. Entre ellos, Alfonso Muñoz ha compartido explicaciones que ayudan a comprender cómo ciertos factores familiares también repercuten en "el importe de la pensión". Sus declaraciones abren la puerta a un enfoque más justo y equilibrado.

Complementos económicos por hijos en la pensión
Muñoz detalla que la Ley General de la Seguridad Social reconoce la crianza de los hijos mediante distintos mecanismos. Uno de los más relevantes es el complemento económico por cada hijo, recogido en el artículo 60. Este beneficio busca compensar la brecha de género y apoyar a quienes han asumido responsabilidades familiares.
Actualmente, este complemento supone 35,90 euros al mes por hijo, que se añaden directamente al importe de la pensión. Tanto hombres como mujeres pueden solicitarlo, aunque en el caso de los varones la normativa exige cumplir ciertos requisitos adicionales. Esta diferencia ya ha sido considerada como discriminatoria por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
El objetivo principal es que la jubilación refleje mejor el esfuerzo de quienes han dedicado parte de su vida laboral a la crianza. Estos complementos se suman automáticamente a la pensión cuando se cumplen las condiciones exigidas por la ley.

Bonificaciones en la cotización por cuidado de hijos
El funcionario también recuerda que el artículo 236 de la ley regula la bonificación por cuidado de hijos. Este derecho está pensado para quienes dejaron de trabajar temporalmente para atender a su familia. Se trata de una cotización ficticia que ayuda a cubrir periodos sin aportaciones a la Seguridad Social.
En concreto, la normativa concede 270 días cotizados por cada hijo, contabilizados entre los nueve meses previos al nacimiento y los seis años posteriores. De esta forma, se protege a quienes interrumpieron su vida laboral en favor de la crianza.
Además, el artículo 235 contempla un beneficio adicional para las mujeres que hayan tenido un parto. Se reconocen 112 días de cotización ficticia por cada hijo nacido o por un aborto de más de seis meses. Se agregan 14 días extra en caso de parto múltiple.

Un futuro más justo para las pensiones
Con estos mecanismos, la Seguridad Social busca que la pensión refleje de manera más justa la realidad de cada trabajador. La crianza de los hijos no solo implica un esfuerzo personal, también afecta directamente a la trayectoria laboral. Estos complementos y bonificaciones son un paso hacia un sistema más equitativo y solidario.
Las explicaciones de Alfonso Muñoz aportan claridad en un tema sensible para millones de ciudadanos. Entender cómo se aplican estos derechos permite planificar mejor la jubilación. Y lo más importante, ofrece tranquilidad al saber que los esfuerzos familiares cuentan en el futuro económico de cada persona.