El verano aún regala historias y la de Laura Rosel llega con botas gastadas, mochila ligera y una emoción reconocible. La periodista ha escogido un destino que no necesita marketing, porque su leyenda se escribe a cada paso y mirada. No es una escapada de postal, ni una ruta improvisada para sumar likes, sino un viaje con memoria reciente e ilusión compartida. Ella vuelve a un camino que ya conoce, dispuesta a convertir los kilómetros en recuerdos que resisten el filtro del tiempo.
Un Camino del Norte con salida en Bilbao
El 18 de agosto de 2025, Rosel arrancó el Camino del Norte desde Bilbao junto a Maria Xinxó, Pau Venteo y Neus Carreras. El grupo encadenó jornadas hacia Ortuella, Portugalete, Castro Urdiales, Laredo, Güemes y Santander, con la costa cantábrica como horizonte constante. El itinerario confirma que la ruta bilbaína hacia Santander incluye esas paradas clásicas, con playas interminables y acantilados que exigen piernas y cabeza. La etapa Laredo-Güemes y el enlace posterior hasta Santander son hitos muy frecuentados por peregrinos que buscan mar, viento y silencio contenido.
Tres días pasados por agua y una lección simple
La mejor anécdota de estas vacaciones no la dan los selfies, sino la meteorología, caprichosa y tozuda durante tres jornadas consecutivas. El grupo terminó empapado “de arriba abajo” hasta convertir la habitación en tendedero improvisado, entre risas, cansancio y una nota mental que ya es mantra. Rosel admitió que dejó el impermeable fuera de la mochila en el último minuto, y la lluvia se cobró su venganza con puntualidad. Esa torpeza cariñosa une a cualquier peregrino, y explica por qué el relato gana humanidad cuando entra el error y aparece la risa cómplice.

Reacciones en Instagram: “backstage” real y bromas de caminantes
Mientras avanzaban, Xinxó compartió un “backstage” del CaminoAK con misèries domésticas, confesiones mínimas y humor de botas mojadas que conectó al instante. Los seguidores celebraron la falta de pose y la verdad sencilla de un diario de ruta que cuenta lo que suele ocultarse. La propia Rosel resumió días de viento y chubascos en vídeos y textos breves que rehúyen la épica y abrazan lo cotidiano. Esa voz, mezclando kilómetros y confidencias, explica parte del tirón de esta escapada que muchos anhelan y solo algunos se atreven a empezar.
De Santiago a Finisterre en otra temporada
No es la primera vez que la periodista cambia platós por credenciales y albergues con historia, porque ya había hecho la extensión a Finisterre. Aquellos noventa kilómetros añadidos, completados en cuatro etapas, dejaron claro que caminaba por convicción y no por moda. Hoy, Rosel dirige la comunicación de la Universitat de Barcelona y administra un calendario intenso que pide aire cuando llega agosto. La pausa peregrina encaja con ese perfil y devuelve la mirada descansada de quien volverá en septiembre con la brújula bien calibrada.