A mediados de enero de 2025, la princesa Leonor zarpó desde Cádiz rumbo a un histórico crucero de instrucción a bordo del buque escuela Juan Sebastián de Elcano. A lo largo de 114 días, transitó por América, un trayecto de formación militar plagado de y atención mediática. A pocos días de su llegada a Nueva York, surgió un rumor que eclipsa cualquier maniobra naval.
Acontecimientos durante la embarcación
Se dice que Leonor de Borbón sospecha que su acercamiento sentimental con un joven guardiamarina podría haber sido una farsa. El 29 de mayo, se publicó que la princesa habría descubierto que su vínculo con este compañero no era sincero. “Leonor sospecha que su ligue en Elcano la engaña desde que embarcaron en Cádiz”, señalaba El Nacional.
Fuentes de la embarcación relatan que la relación comenzó de forma natural. Hubo conversaciones en cubierta, cenas compartidas y momentos de complicidad en celebraciones como el carnaval en Brasil o un descanso en Montevideo. Sin embargo, con el paso de las semanas, la princesa habría empezado a notar ciertas actitudes sospechosas.
Ello alcanzó un punto límite durante una escala en Nueva York: presuntamente Leonor vivió un momento de conflicto personal, lo que habría derivado en una distancia emocional con el guardiamarina. Dicen incluso que ella regresó a España unos días antes para continuar su formación en la fragata Blas de Lezo, alejándose de él.
La postura oficial
La Casa Real no ha emitido declaraciones sobre lo sentimental, pero sí ha reaccionado firmemente ante filtraciones de imágenes. En Chile, demandó por la divulgación de fotos captadas sin permiso, reclamando respeto a la privacidad de la princesa. En medios oficiales, prefieren destacar el estricto cumplimiento del protocolo formativo, subrayando que Leonor ha seguido las mismas normas que sus compañeros.

Los propios guardiamarinas, desde RNE en una escala en República Dominicana, elogiaron su disciplina y compañerismo, aunque reconocieron cierta “chulería” normal entre jóvenes durante actividades lúdicas. Esta imagen contrasta con los rumores sobre un posible “engaño emocional”.
Ojo público y prensa del corazón
No es la primera vez que la princesa se ve en el ojo público por temas sentimentales. En abril, una supuesta relación con un joven brasileño durante escala en Brasil se viralizó tras un beso en un carnaval donbalon.com. Días después, la atención se desvió hacia un despido aún rumoroso.
Luego, la polémica por unas fotos en bikini en Montevideo provocó críticas y denuncias legales. También sirvió para recalcar que esta travesía no ha sido un simple viaje, sino una experiencia académica estrictamente estructurada.

Desde el punto de vista de la prensa del corazón, hay una narrativa recurrente: una joven heredera, formación oficial y especulación amorosa. Pero si se analizan las fuentes, lo que ha sucedido no encaja necesariamente con un romance públicamente consolidado. Más bien, hablamos de una amistad estrecha, sometida a tensión al descubrir posibles motivaciones de exhibición o ganancias sociales por parte del compañero.
¿Amistad o afecto equivocado?
Insistir en un “engaño” sin pruebas concretas resulta precipitado, especialmente considerando la prudencia de Zarzuela y el entorno militar. Si se confirma, esta experiencia podría haber sido un choque de madurez para la princesa, que aprende no solo a gobernar barcos, sino también a navegar situaciones personales y emocionales complejas.
Así, sin titulares glorificados, surge una lectura más ajustada a la realidad: Leonor habría puesto distancia por razones de respeto y prudencia, no por un escándalo amoroso.

El cierre de esta etapa en Estados Unidos y su inmediata incorporación en la Blas de Lezo reflejan no solo una decisión formativa, sino quizás también emocional. Tal vez esta experiencia solo sea un capítulo más de la futura reina. El tiempo lo dirá.