Joven con camiseta del Barcelona en primer plano y una persona desenfocada dentro de un círculo rojo al fondo

Sorpresa en las vacaciones de Pablo Urdangarin: Gran ausencia

El hijo de Iñaki Urdangarin y la Infanta Cristina no viaja con su novia, ¿crisis?

Cuando uno piensa en vacaciones relajadas y alejadas de los focos, el segundo hijo de la  infanta Cristina e Iñaki Urdangarin tenía el perfil perfecto. Sin embargo, su reciente viaje a Canarias ha desatado más curiosidad que silencio mediático. Al margen de su compromiso con el balonmano y de su discreción habitual, Pablo ha sorprendido por un detalle significativo: no viaja con su pareja, la también joven Johanna Zott.

Unas vacaciones planificadas

Pablo empezó la temporada estival como muchos deportistas: recargando pilas. Su escapada en solitario escogió escenarios acuáticos idílicos: surf, submarinismo, salidas nocturnas y amigos de confianza. Todo ello con la intención de desconectar antes de retomar su pretemporada con Fraikin BM Granollers.

Según medios como Vanitatis, “ha repetido fórmula este verano”. Resulta habitual en la pareja hacer planes por separado; el año pasado él estuvo en Menorca sin Johanna, y ella sostuvo la relación a distancia sin dramas.

Un hombre de traje y corbata posa junto a una joven y un joven, ambos vestidos formalmente, en un entorno al aire libre con árboles y personas al fondo.
Iñaki Urdangarin Irene Urdangarin y Pablo Urdangarin | Instagram

¿Por qué no viaja Johanna Zott?

La ausencia de Johanna ha encendido comentarios en redes, aunque desde fuentes cercanas a la joven se descarta cualquier crisis: “no hay motivo para alarmarse”. Al parecer, la pareja continúa sólida y ha optado por disfrutar de experiencias individuales, conscientes de que su relación ha resistido la distancia y los focos. Johanna, estudiante de Medicina, mantiene un perfil bajo en Instagram.

¿Qué significa esta escapada por separado?

La elección de pasar una parte del verano en solitario puede interpretarse como una declaración de independencia emocional y personal. Pablo se muestra cómodo en solitario, sin renunciar a su relación, rememorando la escapada separada con Johanna en Menorca. Cada uno en su ritmo, pero juntos al final.

Esto refleja una pareja que madura fuera del reflejo mediático, creciendo de forma individual sin perder su eje íntimo. Además, en su caso, todos los movimientos están respaldados por una planificación emocional y mediática cuidada, sin dramas improvisados.

El próximo destino: ¿Mallorca con la familia real?

Sus planes no terminan en las islas Canarias. Según Vanitatis, Pablo ya está en Mallorca, donde la familia real suele convocarse en verano. Puede que se reencuentre con su madre, y quizás con su padre, Iñaki, después de un reencuentro reciente con la infanta Cristina en Barcelona. Luego vendrá la vuelta a la rutina deportiva, entre su entrenador, su equipo y un horizonte en el deporte que se consolida.