La relación entre Juan Carlos I y su todavía esposa, Sofía de Grecia, está totalmente rota. Desde el exilio del emérito a Abu Dabi y la aparición de todo tipo de informaciones ya no se esfuerzan en disimular. Las constantes infidelidades del Borbón provocaron distanciamiento y él no tiene ningún interés en hacer vida marital con Sofía.
Pese a tantas humillaciones, la reina Sofía ha sorprendido al mundo con una solicitud directa a su hijo, el rey Felipe VI: permitir que el rey emérito, Juan Carlos I, regrese a España o al menos se acerque a su entorno familiar. Este gesto, cargado de emotividad, refleja una realidad que va más allá del protocolo y aborda aspectos humanos y afectivos que rara vez se ven en la esfera pública. De hecho Pilar Eyre siempre dice que Sofía sigue enamorada. Y de ahí podría venir esta sorprendente petición.
El origen de la petición: salud y cercanía familiar
La noticia surgió originalmente a través de EN Blau, que citaba fuentes cercanas a Zarzuela: la reina emérita estaría profundamente preocupada por el deterioro físico de Juan Carlos I, en especial su artrosis severa que limita casi totalmente su movilidad, reduciendo su capacidad para apoyar la pierna izquierda y obligándole a usar bastón pese a que ya necesitaría silla de ruedas. Además, se apunta a indicios de deterioro cognitivo inicial, como olvidos preocupantes.

Estos motivos, unidos a la avanzada edad del exmonarca, habrían llevado a Sofía a pedir que Felipe VI permitiera su regreso para que no estuviera “lejos de los suyos o, lo que es peor, solo”, según se informa.
Los detalles de la conversación madre-hijo
La petición no habría sido un gesto espontáneo, sino el resultado de conversaciones urgentes mantenidas en Zarzuela. Se relata que la reina Sofía habría transmitido con firmeza a Felipe VI la necesidad de traer de vuelta a su padre, al menos en movilidad digna y soporte familiar. Según las mismas fuentes, la emérita considera que Juan Carlos “ya ha pagado suficiente” por sus errores pasados, y que su edad y salud le exigen un trato más humano.
Antecedentes y el contexto de distanciamiento
La relación entre los eméritos lleva años marcada por la tensión. Desde su separación de hecho, Sofía y Juan Carlos han mantenido vínculos, pero con discreción, especialmente para preservar la imagen de la corona. Aun así, se ha escrito que ella recibe a las infantas Elena y Cristina en Zarzuela y que viajan juntas a Sanxenxo, donde buscan vivienda en Portugal para estar más cerca del padre. Es un cuadro familiar que mezcla cuidado, afecto y aún cierta prudencia institucional.

Reacciones oficiales y repercusión mediática
Por el momento, Zarzuela no ha emitido comunicado alguno al respecto. En redes sociales, varios usuarios han valorado positivamente el gesto: muchos comentan que, ante un posible declive cognitivo, “está bien que los eruditos prioricen lo humano sobre lo simbólico”. Otros, en cambio, advierten que un regreso televisado puede reavivar polémicas pasadas.
Mientras tanto, medios como Que.es reiteran la versión de la petición urgente por salud, y subrayan que tanto Elena como Cristina están más involucradas asistiendo al emérito en su día a día.