Dos mujeres posan frente a un edificio con un fondo de bandera roja y blanca, una lleva uniforme naval y la otra un vestido sin mangas.

Grave sanción a Leonor de Borbón en el Blas de Lezo

La rigidez del entrenamiento y dos incidentes nocturnos empañan su travesía

En los últimos días, la Princesa de Asturias se ha convertido en el epicentro de una polémica que mezcla tensión, disciplina militar y emociones a flor de piel. Leonor, inmersa en su formación en la fragata militar Blas de Lezo, habría sufrido dos incidentes graves que le han costado una sanción oficial y explicaciones a la Casa Real. Aunque en círculos oficiales se guarda silencio, medios de comunicación y redes sociales han recogido una versión de los hechos que merece un análisis detallado.

La tensión asciende en alta mar

Según informaciones publicadas a mediados de semana, durante la madrugada del lunes al martes, la princesa habría padecido un "crisis severa" en cubierta, una reacción atribuida al elevado nivel de exigencia del curso Sinkex‑25, que incluye prácticas de disparo y ejercicios avanzados de combate naval. Ese mismo incidente, junto con otro un par de días antes —en plena escala en Ceuta—, habrían supuesto el punto de inflexión.

En Ceuta, fuentes vinculadas al entorno militar señalan que, tras desembarcar, Leonor celebró la noche con algunos compañeros de la fragata. Sin embargo, esto derivó en una situación incómoda debido a su ansia por no ser fotografiada y el temido exceso de confianza en el tono de la velada. La tensión creció hasta que la joven reaccionó de forma que sus superiores consideraron inapropiada para el reglamento del buque.

La Princesa Leonor y una cara de sorpresa
Montaje con una imagen de Leonor de Borbón hace unos años y una cara de sorpresa | YouTube, XCatalunya, Justicon

Repercusiones y medidas disciplinarias

Estos dos episodios han obligado al mando de la fragata a tomar medidas. La Casa Real habría informado a los padres —Felipe VI y la Reina Letizia— y se han instaurado restricciones en las libertades de Leonor a bordo. Ha sido "apartada" de determinadas misiones y actividades de alto riesgo, según El Nacional. Se trata de una sanción inédita para alguien en su posición, lo que refleja la seriedad del asunto.

Desde la Armada, reconocen la dificultad de mantener el mismo nivel de disciplina y adaptabilidad para todos, incluida la princesa. Aun así, se ha subrayado que se actúa con equidad: "no hay trato de favor", deslizan fuentes militares, aunque sí se ha adaptado su programa formativo para evitar incidentes mayores y garantizar su seguridad emocional y física.

¿Cómo reaccionan en el entorno real?

En redes y foros especializados, la noticia ha generado comentarios polarizados. Algunos usuarios defienden que las duras exigencias del curso militar se han excedido, mientras que otros sostienen que no habría necesidad de un trato especial: "si no puede con esto, no debería estar", recalcan en algunos hilos.

Leonor, princesa de España
Princesa Leonor | RTVE

La Casa Real, en cambio, mantiene una postura cauta. No ha habido comunicados oficiales, pero funcionarios del entorno cercano a Leonor confirman que la princesa está recibiendo apoyo psicológico y acompañamiento constante. Al mismo tiempo, el rey y la reina habrían conversado con ella para valorar su experiencia, calibrar sus límites y ajustar sus expectativas.

¿Qué implica para su futuro protocolo real?

Este hecho abre el debate sobre la hoja de ruta real de la heredera. Hasta ahora, la agenda de Leonor había sido cuidadosamente dosificada: trayectoria académica internacional, perfil bajo y formación militar muy exigente, para mostrar compromiso con sus futuros deberes como Jefa de Estado.

Pero la sanción plantea nuevos interrogantes: ¿debe moderarse su rol militar? ¿Es compatible una carrera real con los hábitos contemporáneos de la princesa? Si bien algunos defienden que se precise flexibilidad, otros temen que una excesiva adaptación comprometa el mensaje de fortaleza y disciplina que se busca transmitir.