Un chef sonriente con delantal frente a un pollo rostizado acompañado de papas y un emoji de carita relamiéndose.

El secreto de Jordi Roca para el mejor pollo al horno

Jordi Roca desvela su método favorito para hacer el mejor pollo al horno.

Jordi Roca nos ofrece una receta que huele a hogar, a domingo y a cerveza calentita en el horno. El maestro pastelero del Celler de Can Roca, que en su día fue elegido el Mejor Chef de Postres del Mundo, se ha atrevido con una receta salada que ya está dando que hablar en redes:  pollo asado "sentado" sobre una lata de cerveza.

Sí, literalmente sentado. Porque el secreto de esta receta no está solo en las especias ni en la técnica de cocción, sino en la posición vertical del ave, que permite que se cocine por dentro con el vapor de la cerveza y por fuera con el calor del horno. El resultado es un pollo crujiente por fuera, jugoso por dentro y con un aroma espectacular que se te mete en la cocina antes incluso de abrir el horno.

El truco está en la postura

Lo primero que hace Jordi Roca es preparar una mezcla de especias "a ojo", como él dice. En un bol combina pimentón dulce y picante, mostaza en polvo, un poco de azúcar moreno, sal y un buen puñado de especias secas para asados, esas que tienes en el armario y que a veces no sabes en qué usar. Este mix va a ser el alma del sabor, así que no escatimes y ajústalo a tu gusto.

Un hombre con barba y cabello corto frente a un paisaje urbano colorido con un gran corazón rojo superpuesto.
Jordi Roca y la ciudad de Girona en un montaje. | XCatalunya, Girona turisme

El pollo, que debe estar entero y limpio, se embadurna bien con aceite de oliva por todos lados. Así la piel se dorará mejor. Luego se cubre con la mezcla de especias, asegurándote de que cada rincón del ave quede bien aromatizado.

Y ahora viene lo divertido. Se abre una lata de cerveza de 330 ml, se coloca en el centro de una bandeja de horno, y se sienta el pollo sobre ella. Las patas deben quedar hacia abajo y la lata actuará como soporte. Esta técnica permite que el vapor del interior de la cerveza suba durante la cocción, hidratando la carne desde dentro.

Jordi Roca y Karlos Arguiñano
Jordi Roca y Arguiñazo en un montaje con fondo azul. | XCatalunya, Canva

Una hora exacta y sin tocar

Con el horno precalentado a 180 ºC, se introduce el pollo en posición vertical y se deja durante aproximadamente una hora. Nada de abrir el horno a mitad de cocción. La cerveza hará su trabajo y el calor envolvente logrará una cocción perfecta. Cuando al pinchar el pollo no salgan jugos rosados, está listo.

Se saca del horno con cuidado (porque la lata estará muy caliente), se retira con precaución y se trincha. El resultado es un pollo con una piel crujiente, sabrosa, llena de matices, y una carne que se deshace en la boca, especialmente la pechuga, que suele ser la parte más seca. Aquí, no.

Acompañamientos y sobras con estrella

Lo ideal es servirlo con verduras asadas, arroz blanco, ensalada fresca o incluso unas patatas panadera.  Y si sobra, se puede aprovechar para hacer tacos, bocadillos, croquetas o arroz con pollo al día siguiente.

Con este plato, Jordi Roca nos recuerda que la cocina no necesita complicarse para brillar. Solo hace falta un buen producto, un par de trucos y muchas ganas de compartir. Porque al final, la magia también está en lo cotidiano. Como dice el propio chef: “Salud y alegría, familia”. Y con este pollo, garantizado que habrá de las dos.