La reciente polémica en torno a Meghan Markle y su línea de productos “As Ever” la ha vuelto a colocar en el centro del foco. Lo que comenzó como una serie de fotografías idílicas en redes sociales, con la exduquesa disfrutando de mermeladas o tés supuestamente cultivados y preparados por ella, ha derivado en una fuerte crítica. Los artículos no se elaboran en su finca de Montecito, sino en fábricas a más de 3.200 km, según ha revelado información exclusiva de prensa española.
Lo que revelaron los hechos
Todo empezó cuando Meghan transitó de “American Riviera Orchard” a “As Ever”. Lanzó esta marca bajo la promesa de “productos de la región”, muy ligados a su vida en Santa Bárbara New York. Sin embargo, los documentos señalan claramente que la producción real se ubica fuera de esa zona.
En algunos casos, incluso se sospecha que depende de proveedores de bajo coste, al mismo tiempo que se vende el té u otros artículos a precios hasta tres veces más altos que marcas similares. Este desfase entre el relato de estilo de vida “hecho a mano” y la realidad industrial ha encendido las alarmas.

Críticas de expertos reales
El equipo de Meghan respondió que el cambio de nombre fue consciente: “American Riviera Orchard” limitaba la marca a Montecito, mientras que “As Ever” permitiría mayor flexibilidad. Expertos en marketing y branding critican que su marca de estilo de vida parece más una maniobra de comercio que un reflejo real de autenticidad.
Doug Eldridge, fundador de Achilles PR, señaló que Meghan está promoviendo “deseos, no necesidades”. También sentenció que carece de auténtica conexión con el consumidor medio. De la misma manera, Hilary Fordwich, experta en la realeza, acusó a Meghan de estar “fuera de contacto” durante momentos económicos difíciles, añadiendo que ese elitismo puede “alejar a los consumidores promedio”.
Hugo Vickers, autor y experto real, hizo referencia al “social mountaineering” de Markle, que habría conseguido gracias a su matrimonio con Harry y, según él, le habría ayudado a alcanzar su estatus.

Polémica en torno a la figura de Meghan
Desde su salida oficial de la corona británica en 2020 tras el “Megxit”, Meghan ha trabajado por redefinirse a través de proyectos de marca personal. Ha creado un pódcast, un acuerdo con Netflix (With Love, Meghan) y ahora “As Ever”. Pero este ecosistema también ha atraído la atención de los medios británicos, más críticos que los estadounidenses. En Reino Unido, la fijación con cada movimiento suyo se ha intensificado. Ninguno de sus productos –desde mermeladas hasta tés o ropa– escapa a ser revisado por los medios y la opinión pública.
Además, la polémica ha derivado en un episodio curioso. El escudo del logotipo de “As Ever” guarda un sorprendente parecido con el de un pequeño municipio mallorquín, que estudia acciones legales. Detrás del encanto de Meghan en entornos bucólicos, se puede apreciar una línea editorial muy estudiada.