Barcelona late en agosto y el Barça disfruta de un respiro después del inicio liguero. Entre turistas, cámaras rápidas y sombras de escaparates, una figura alta pasó casi inadvertida. El martes 19 de agosto de 2025, Robert Lewandowski caminó por el centro con gorra, gafas y móvil en mano. La ruta apuntaba a Plaça Catalunya y se mezcló con el tráfico humano del corazón comercial barcelonés.
Un paseo discreto hacia Plaça Catalunya
La estampa la difundió primero la prensa local al detectar varias fotos rápidas compartidas durante la jornada. El equipo venía de un día libre concedido por Hansi Flick tras el arranque liguero con victoria en Mallorca. El gesto de esconderse tras gafas grandes no evitó que los más atentos reconocieran su perfil atlético caminando ligero. Quien captó la imagen no fue un paparazzi ni un aficionado curioso, sino Anna Lewandowska, compañera inseparable del delantero.
La empresaria compartió varias historias en Instagram con el recorrido, la cena posterior y discretas pistas del enclave barcelonés. El detalle clave fue la dirección hacia Plaça Catalunya, donde el flujo de peatones permite pasar desapercibido con un estilismo urbano. La publicación, efímera como toda historia, dejó rastro suficiente para ubicar el paseo y fechar la salida. La imagen de espaldas, móvil en mano, remite a un futbolista que preserva la intimidad sin renunciar a la vida urbana.

Reacciones culés y el contexto personal
Entre aficionados la lectura fue cálida: una escena doméstica que humaniza al goleador en pleno agosto barcelonés. No hubo selfies multitudinarios ni firmas apresuradas, solo un paseo funcional de pareja con sabor a rutina. El pequeño revuelo coincidió con la actividad pública de Anna, que dirige Edan Studios, un multiboutique de entrenamiento en el Eixample. El proyecto abrió con clases de HIIT, pilates y danza, y tiene sede en la céntrica calle Balmes, 28.
Su presencia empresarial ayuda a entender la normalidad de estos paseos, lejos del aura inaccesible que rodea a otras estrellas internacionales. En una entrevista reciente, Anna remarcó que Barcelona le permite moverse sin disfraces, con mallas y libertad, algo que aprecia profundamente. Esa naturalidad encaja con un verano que prioriza familia, rutina y preparación física para afrontar el calendario.
El paseo se produjo el martes 19 de agosto, con el equipo recién estrenado en Liga y pendiente del calendario inmediato. El club no informó del paseo, lógicamente, porque pertenece a la esfera privada y carece de relevancia deportiva directa. El delantero eligió un atuendo urbano y discreto, perfecto para pasar anónimo entre escaparates y terrazas repletas de visitantes. La historia no habla de fichajes ni polémicas, sino de cotidianeidad, pareja y una ciudad que el matrimonio ha hecho suya.