Pilarín Bayés vuelve a marcar agenda cultural con un gesto sencillo. No es un nuevo mural ni un libro número mil. Es una recomendación estival que, dicha por ella, pesa más que cualquier guía turística. En pleno agosto, cuando media Catalunya sueña con mar y sombra, la dibujante ha dejado una pista que muchos han corrido a subrayar.
El comentario no llegó en un acto oficial ni en una presentación. Surgió en una charla cercana, de esas que se convierten en tema de conversación porque conectan con la memoria de verano de todo el mundo. Y ahí empezó el runrún: ¿cuál es el plan de la “abuela” de la ilustración catalana para estos días de calor?
El plan de verano que Pilarín Bayés ha puesto sobre la mesa
La artista lo dijo sin artificios: su propuesta ideal es ir a la Costa Brava cuando no hay multitudes. “Así, un poco desértico… es muy bonito”, confesó en una entrevista reciente y distendida para Movento Sarsa, recogida después por EnBlau. El matiz no es menor: el lugar importa, pero el momento importa más. Quien conozca la zona sabe que un amanecer en calma o un atardecer sin colas reescribe cualquier postal de verano.

La propia Bayés, siempre práctica, añadió la cara B del plan: encontrar sitio en plena temporada puede ser misión imposible. Y, como remedio contra el bochorno, deslizó otro detalle costumbrista que la retrata: un vaso de horchata como pequeño lujo estival. La escena es reconocible, cotidiana y por eso funciona. No presume de secreto, apenas recuerda que el mejor verano es el vivido sin prisas.
De la entrevista a la conversación pública
La recomendación ha corrido en redes porque toca una fibra colectiva. En agosto, la Costa Brava es deseo y, a ratos, resignación por el exceso de gente. La confesión de Bayés sirve de antídoto invitando a mirar el litoral con otro ritmo y a evitar horas punta. En su voz, llena de experiencia a sus 84 años, la idea gana autoridad.
En las últimas semanas, la dibujante ha concedido entrevistas donde repasa trabajo y hábitos con energía sorprendente para su edad. La conversación también ha reactivado un debate clásico sobre disfrutar de la Costa Brava en agosto sin caer en las aglomeraciones. Bayés cree que sí, si eliges bien la hora, el rincón y la compañía. Nada de trucos imposibles, solo sentido común, memoria del lugar y un poco de paciencia.

El vínculo de Bayés con el Empordà que explica su elección
No es casualidad que su brújula veraniega señale Alt y Baix Empordà. Bayés ha dedicado obra y mirada a esos paisajes desde hace años. De hecho, su nombre ha estado ligado a publicaciones y proyectos que reivindican el territorio y su patrimonio. Desde calas y pueblos marineros hasta rutas culturales que ponen en valor esa mezcla de historia y mar.
Esa trayectoria, anterior al último clip viral, contextualiza su recomendación y la desmarca del tópico fácil. El guiño a la Costa Brava llega, además, en un momento de alta exposición pública para la ilustradora. Entre reconocimientos y proyectos, su palabra se escucha con atención. Cuando habla de lecturas, de infancia o de verano, el público la sigue por su credibilidad construida durante décadas.
La celebridad catalana no ha descubierto una cala secreta. Ha recordado una actitud: mirar la Costa Brava con calma y respeto, incluso en agosto. Si a eso se suma un baño temprano y una horchata a media tarde, el plan queda redondo.