Un hombre de cabello blanco y gafas de sol sonríe y saluda con la mano levantada, mientras un emoji pensativo cubre parte de su rostro.

Richard Gere desvela un truco clave para hacer por la mañana

El actor ha publicado un libro sobre la filosofía del Dalai Lama

El actor estadounidense Richard Gere ha visitado Barcelona con motivo del BCN Film Fest, donde ha presentado Sabiduría y Felicidad, un documental que él mismo ha producido. La cinta es un retrato íntimo del Dalai Lama, centrado en la búsqueda de la paz interior y el sentido de la compasión.

Durante su entrevista con Jordi Basté en El món a RAC1, Gere ha compartido detalles personales sobre su práctica budista y su relación de décadas con el líder espiritual tibetano. “Empecé a los 22 años, gracias a un maestro estricto que me enseñó a meditar cada día”, relató.

Gere, que sigue una rutina diaria de meditación de una hora —o incluso dos cuando puede—, explicó que este hábito ha transformado su forma de ver el mundo. “La meditación me ha hecho más amable, más compasivo. Es algo que te cambia profundamente por dentro”, confesó.

Un hombre de cabello canoso y chaqueta oscura sonríe frente a un fondo negro con logotipos dorados.
Richard Gere posando en primer plano en los premios Goya | XCatalunya

Un mensaje de unidad frente a un mundo aislado

Para el actor, el budismo ha sido clave para combatir la desconexión emocional que —según él— caracteriza a la sociedad actual. “Vivimos con la ilusión de que estamos separados.  Pero en realidad estamos profundamente conectados”, aseguró. Gere defendió que el sufrimiento ajeno y la alegría del otro también pueden sentirse como propios si se entrena la mente.

“Es posible alegrarte del bienestar del prójimo. Esa es la base de la compasión”, explicó. En este sentido, recordó una frase del Dalai Lama que le ha acompañado durante toda su vida: “Mi religión es la amabilidad. Pero para ser amable de verdad, hay que practicar mucho”. Gere dice haber hecho de esa idea su guía.

Un hombre de cabello canoso y esmoquin sonríe en un evento con fondo de logotipos.
Richard Gere posando en primer plano en los premios Goya | XCatalunya

Tibet, Hollywood y las consecuencias de hablar claro

Uno de los momentos más reveladores de la entrevista fue cuando abordó las consecuencias de su compromiso político. Gere es uno de los rostros más visibles de la causa tibetana, algo que le ha traído conflictos con potencias como China. “Conocí al Dalai Lama a los 30 años.

En ese momento no era consciente de la dimensión política que tenía el Tíbet. Pero tras esa visita entendí el sufrimiento de su pueblo”, recordó el actor, visiblemente emocionado. Desde entonces, ha sufrido represalias. Entre ellas, la prohibición de entrar a China y el veto de algunas grandes productoras de Hollywood, especialmente aquellas con capital o alianzas chinas.

Aun así, Richard Gere asegura que no se arrepiente de haber levantado la voz. “No puedes mirar a otro lado cuando sabes lo que está pasando. Ser neutral ante la injusticia es ser cómplice de ella”, sentenció.

La frase final que desafía a Hollywood y a Pekín

Pero fue al final de la conversación cuando Gere dejó su declaración más contundente. En un tono firme, mirando directamente a cámara, lanzó un mensaje que resuena mucho más allá del cine o la espiritualidad. “La censura no empieza con los gobiernos. Empieza con el miedo. Y muchos en Hollywood prefieren callar por dinero”, afirmó.

Con esta frase, Richard Gere no solo reafirma su compromiso con el budismo y el Tíbet, sino que denuncia la complicidad silenciosa de la industria cinematográfica con regímenes autoritarios. Su voz, aunque incómoda para algunos, vuelve a ocupar un lugar central en el debate público.

Y lo hace no desde el ego de una estrella, sino desde la convicción de quien ha decidido vivir según unos principios, aunque el precio sea el ostracismo. En Cannes, en Hollywood o en Barcelona, Gere no se calla.