Hay costumbres que saben a infancia, a alegría compartida y a domingos de primavera. La Mona de Pascua es, sin duda, una de esas tradiciones tan catalanas que se esperan con ilusión, especialmente por parte de los más pequeños. Pero si este año no quieres comprarla y te apetece hacerla tú mismo, la cocinera Maria Nicolau te lo pone muy fácil. Y muy sabroso.
Con su estilo directo, cercano y entusiasta, Nicolau nos regala una receta clara, sencilla y resultona para preparar una Mona de Pascua casera con ingredientes básicos y un resultado espectacular.

El bizcocho, la esencia de una buena Mona
Empezamos por la base: el bizcocho. Para hacerlo necesitas:
225 gramos de harina
225 gramos de azúcar
Huevos (no especifica cuántos, pero entre 4 y 5 medianos funciona bien)
El proceso es clave:
Monta las yemas hasta que blanqueen, bien aireadas.
Monta las claras a punto de nieve.
Mezcla todo con mucho cuidado, sin que se bajen las claras.
Vierte la masa en un molde apto para horno.
Hornéalo durante 20 o 30 minutos a 180 °C, hasta que el bizcocho esté esponjoso y dorado.

La crema milagrosa: microondas y magia
Si te da pereza hacer cremas al fuego, removiendo sin parar, Maria Nicolau te salva la vida con una crema de yema hecha en el microondas, sorprendentemente eficaz y deliciosa. Solo necesitas:
200 gramos de azúcar
200 gramos de yema de huevo (unas 10 yemas)
300 gramos de nata líquida
Mezcla todo en un bol y remueve bien. Una vez integrado, directo al microondas.
Aquí viene la clave Nicolau: “le das golpes de 20 o 30 segundos”, es decir, calienta en intervalos cortos y remueve cada vez, vigilando para que no se corte. Así conseguirás una crema suave, espesa y brillante. Un lujo para cubrir tu Mona.
El toque final: crema quemada y una decoración con encanto
Cuando el bizcocho esté frío y la crema lista, solo queda:
Cubrir generosamente con la crema.
Quemarla ligeramente con un soplete o pala caliente (opcional, pero muy recomendable).
Preparar una base o soporte bonito para presentarla.
Decorar con huevos de chocolate, plumas, figuras, pollitos… lo que más te guste.
¿El resultado? Una Mona buenísima, casera, tierna y con una historia detrás: el orgullo de haberla hecho tú mismo.
Maria Nicolau, cocina sin miedo ni postureo
Lo que hace especial esta propuesta no es solo la receta, sino la actitud. Hacer la Mona en casa no tiene que ser un lío, sino una celebración en sí misma. Y con esta receta, Maria Nicolau demuestra que no hacen falta grandes técnicas ni herramientas de repostería. Solo ganas, ingredientes honestos y el deseo de compartir un momento dulce.
Así que si este año quieres sorprender, emocionar y disfrutar, ya sabes: haz tu propia Mona. Y si es con el toque de Maria Nicolau, mucho mejor.