La infanta Sofía, a punto de cumplir la mayoría de edad el próximo 29 de abril, se encuentra en el centro de la atención mediática debido a su comportamiento en el UWC Atlantic College de Gales. A diferencia de su hermana Leonor, quien ha destacado por su disciplina, Sofía ha generado preocupaciones en la Casa Real por su actitud más relajada y ciertos incidentes reportados en su entorno académico.
Un comportamiento que preocupa en Zarzuela
Desde su ingreso en el prestigioso internado galés, Sofía ha enfrentado desafíos tanto académicos como disciplinarios. Algunas fuentes indican que ha recibido sanciones por impuntualidad y por participar en fiestas no autorizadas, lo que ha generado quejas de los vecinos del colegio por el ruido y el comportamiento de algunos estudiantes.
Además, se ha señalado que su rendimiento académico ha disminuido, lo que ha llevado a la reina Letizia a solicitar informes periódicos sobre su progreso.

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La reina Letizia, conocida por su enfoque disciplinado, ha tomado medidas para abordar la situación de su hija menor. Se ha informado que viajó de urgencia a Gales tras recibir alertas sobre el estado emocional de Sofía, quien habría atravesado una ruptura sentimental que afectó su ánimo y desempeño académico.
Este gesto demuestra la preocupación de la monarca por el bienestar de su hija y su compromiso con su formación. O eso dicen los pelotas habituales de los Borbones. La realidad es que la reina española ha ejercido un control excesivo sobre la vida de sus hijas. Incluso llegó a cambiar el menú escolar en la escuela a la que asistieron de pequeñas.
En cuanto a su futuro, se ha confirmado que Sofía no seguirá la formación militar como su hermana Leonor. En su lugar, planea iniciar estudios universitarios, posiblemente en el extranjero, en áreas como Relaciones Internacionales o disciplinas STEM, buscando mayor privacidad y una formación acorde a sus intereses.

La situación de la infanta Sofía refleja los desafíos de crecer bajo el escrutinio público y las expectativas asociadas a la realeza. A medida que se acerca a la mayoría de edad, sus decisiones y comportamientos seguirán siendo objeto de atención, y su evolución personal será clave para definir su papel dentro de la institución monárquica.