El príncipe Guillermo ha dejado claro que su relación con el príncipe Harry atraviesa uno de sus momentos más fríos. Coincidiendo con el tercer aniversario del fallecimiento de Isabel II, el heredero al trono ha protagonizado un acto público cargado de simbolismo.
El príncipe Guillermo acudió junto a Kate Middleton a la sede de la Federación Nacional del Instituto de la Mujer en Sunningdale. Fue un gesto que reforzó su compromiso con el legado de la difunta monarca. Al mismo tiempo, dejó ver su voluntad de mantenerse alejado de su hermano.

La reaparición del príncipe Guillermo y Kate Middleton
El acto, que supuso además la reaparición de Kate tras meses alejada de los focos, fue cuidadosamente programado. La elección del lugar no fue casual. Y es que la reina Isabel II mantuvo una relación cercana con esta institución desde su juventud, y la presidió durante dos décadas.
Con esta visita, los príncipes de Gales no solo rindieron homenaje a la figura de la monarca. Además, reforzaron la imagen de estabilidad y continuidad que hoy busca proyectar la corona.
La tajante decisión que preocupa en Buckingham Palace
Sin embargo, la atención también se centró en lo que no ocurrió: un reencuentro entre los hijos de Diana. Harry se encuentra estos días en Reino Unido para participar en los WellChild Awards, un evento benéfico con el que colabora desde hace 17 años.
Antes de acudir a la gala, realizó una visita privada a la tumba de su abuela en Windsor, a escasos minutos de la residencia oficial del príncipe Guillermo. A pesar de la cercanía geográfica, no hubo encuentro familiar.
Desde hace tiempo, los caminos de Guillermo y Harry están completamente separados. Las entrevistas públicas del duque de Sussex, el documental emitido por Netflix y la publicación de sus memorias, donde lanza duras críticas a la familia real, han dejado heridas profundas.

La Casa Real guarda silencio oficial, pero las decisiones de agenda lo dicen todo. Según el diario The Mirror, el príncipe Guillermo no está dispuesto a reunirse con su hermano.
"Siente que su hermano ha elegido repetidamente la exposición pública sobre la familia. Además, considera que la corona no puede seguir siendo arrastrada a los titulares cada vez que surge un nuevo contrato para promocionar", aseguró una fuente.
Tampoco está previsto un encuentro con el rey Carlos III, quien permanece en Escocia durante la visita de Harry a Londres. Así, el distanciamiento no solo persiste entre los hermanos, sino también entre padre e hijo. La fractura familiar, por ahora, parece definitiva.