A falta de pocos días para cumplir 75 años, el 15 de agosto de 2025, Ana ha dejado claro que no piensa dejar sus compromisos pronto. Una fuente cercana ha contado a The Sunday Times que piensa mantenerse al frente de sus obligaciones hasta aproximadamente los 80 años. Luego disminuir el ritmo hasta cumplir 90, edad en la que planea una retirada total, siguiendo el ejemplo de su padre, el príncipe Felipe.
Esta misma fuente explica que siempre ha sido consciente de la importancia del bienestar físico. Su esposo, Sir Tim Laurence, actúa como uno de sus principales puntales para evitar que se agote.
Su accidente con el caballo hace reflexionar sobre el futuro
En junio de 2024, la princesa sufrió un fuerte golpe al caer mientras estaba con sus caballos en Gatcombe Park, resultando en una conmoción cerebral y pérdida de memoria. Aunque entonces se informó como un incidente “leve”, hoy quienes la conocen aseguran que fue mucho más grave de lo que se comunicó públicamente. También su recuperación llevó más tiempo de lo esperado.

A pesar de ello, regresó a sus funciones oficiales apenas tres semanas después y terminó 2024 como la integrante de la familia real con más compromisos. En concreto, 474 actos oficiales, superando incluso a su hermano, el rey Carlos III.
Durante una visita oficial a Sudáfrica en enero, Ana reflexionó sin dramatismo. “Eres jodidamente afortunado… si puedes seguir más o menos en tus cabales”, y añadió que aquella experiencia le recordó la fragilidad de cada día.
Críticas silenciosas sobre el reparto de tareas reales
Pese a su compromiso férreo, la princesa también ha mostrado cierto hastío por la distribución de roles dentro de la monarquía. Se ha sabido que le molesta que el príncipe Guillermo, quien vive cerca de Windsor, no se encargue más de eventos rutinarios como investiduras. Hasta la fecha, ella ha presidido la mayoría de esas ceremonias mientras él ha delegado.

Este gesto evidencia su firme idea de que el reinado de su hermano vaya contando con apoyo real desde ahora mismo, sin esperar al futuro inmediato.
Su estilo sobrio para celebrar los 75
Fiel a su estilo, Ana rechazó cualquier celebración ostentosa por sus 75 años. No habrá retratos oficiales ni entrevistas. El único homenaje será una moneda conmemorativa de cinco libras, emitida por la Real Casa de la Moneda, con inscripción alusiva a su sentido del deber.
Reunió en junio a más de cien organizaciones benéficas que apadrina, en una recepción privada en palacio. Afirmó que prefería que ese encuentro se centrara en el trabajo y no en ella.
Una vida dedicada al deber y al compromiso
La princesa Ana deja claro su legado: es la figura incansable de la monarquía moderna. Transparente, sin exuberancias, fiel a sus principios hasta bien entrada su madurez. La pregunta que nos hacemos es clara. ¿Veremos entonces a una nueva generación asumir el testigo? Por ahora, Ana parece decidida a no ceder terreno.