Marc Ribas lo tiene claro: a Hansi Flick no le serviría un fricandó tradicional ni unos contundentes pies de cerdo. No. Si el actual entrenador del FC Barcelona se sentara en la mesa de El Ciri, su restaurante, se encontraría con algo muy distinto, aunque igualmente catalán: una buena crema catalana, dulce y aromática, elaborada sin maicena y con ingredientes de proximidad.
En una extensa entrevista con el diario SPORT, el popular cocinero y presentador televisivo dejó momentáneamente los fogones para hablar de su pasión por la cocina, su relación con el deporte, y sobre todo, de su renovada pasión por el Barça, que le han devuelto sus hijas.
Pero el momento más sabroso –literalmente– llegó cuando le preguntaron qué le cocinaría al nuevo técnico culé. Su respuesta fue tan directa como deliciosa: “Le haría una buena crema catalana sin maicena, la crema de los 30 huevos con leche de oveja ecológica de l’Empordà, dulce como las victorias que ha tenido”.
Para él, la crema catalana representa lo que debe tener un buen equipo: tradición, potencia, delicadeza y carácter. La versión que propone es contundente, cremosa y sin atajos industriales. Una metáfora culinaria perfecta para el tipo de fútbol que espera ver con Flick en el banquillo: sin artificios, honesto, pero sabroso y ganador.

Del hierro a los fogones… y de ahí al Camp Nou
Marc Ribas ha sido culturista profesional, cocinero de alta cocina y ahora estrella televisiva en programas como Cuines o Joc de Cartes. En su entrevista con SPORT, revela que su infancia deportiva estuvo marcada por el deseo de boxear (frustrado por su madre), pero canalizó esa energía en el gimnasio.
Su momento de gloria llegó en 2004, cuando quedó quinto en el Campeonato de Europa en la categoría de peso ligero. Con el tiempo, cambió los hierros por los fogones, pero nunca dejó de entrenar: sigue dedicando seis días a la semana a su preparación física. Asegura que algún día volverá a competir, “aunque tenga 60 años”.

Una cocina de rock and roll, no de jazz
Ribas define su estilo gastronómico como “cocina tradicional catalana con actitud de rock and roll”. No le gusta improvisar, ni perder las raíces. Por eso, tanto su cocina como su restaurante, El Ciri (inspirado en los cirios de los conventos donde se escribían las recetas tradicionales), rinden homenaje a la esencia culinaria de Catalunya.
Sin embargo, sí reconoce que hay personas como Lamine Yamal que sí serían “jazz” en la cocina. “Yo soy rock and roll. Lamine sería jazz, libre, espontáneo. Me encantaría cocinar con él”, asegura entre risas.
Marc Ribas también opinó sobre el nuevo técnico del Barça. “Xavi no tuvo suerte, ni demasiada paciencia. Y ha llegado Flick, que es como ese profesor de ciencias duro pero amable que te saca lo mejor. Era necesario ese trabajo emocional en el equipo”. Ribas se muestra ilusionado con la segunda temporada de Flick.
¿Y qué hay del resto del equipo?
A Raphinha le prepararía una moqueca de camarones. Y a Laporta, directamente, le ve como “el líder que el Barça necesitaba”. Pero el momento más memorable queda para Flick y esa crema catalana con 30 yemas que promete ser tan memorable como los partidos que el técnico espera regalar esta temporada.
Porque al final, como dice Ribas, “la cocina en una casa es un acto primario de amor”… y cocinar para el Barça, todavía más.