Gerard Romero vuelve a colarse en la conversación del corazón con una escena doméstica que enternece y despierta curiosidad. El streamer catalán compartió un instante familiar que muchos interpretaron como un manual improvisado de convivencia entre bebés y mascotas. La fotografía no contó todo, pero dijo lo suficiente para disparar preguntas sobre la perrita, su nombre y su papel en casa.
La escena que enterneció las redes
Detrás del gesto hay una historia que une a la pequeña Carolina con Qatara y confirma el tono familiar del proyecto Jijantes. La imagen llegó vía historias de Instagram y fue recogida por medios especializados, que resaltaron cómo la perra observaba a la niña, tranquila. En primer plano aparecía Qatara, y al fondo Carolina dormía plácida, con un emoji discreto remarcando la estampa paternal y serena.
Romero ha ido presentando su vida familiar sin estridencias desde el nacimiento de Carolina, junto a su pareja, la emprendedora Lisbeth Cid. Hace semanas compartieron el bautizo en el Delta de l’Ebre, otro capítulo íntimo que consolidó la conexión con sus seguidores. El nombre de la perrita, Qatara, volvió a generar preguntas entre la audiencia por su sonoridad singular y eco futbolero inequívoco.
Lo que dijo Romero sobre el origen del nombre
Romero nunca ha detallado públicamente su origen, aunque sí ha mostrado a el caniche en sesiones fotográficas y vídeos de su día a día. En la escena compartida hoy no explicó el porqué del nombre, algo que alimentó el juego con su audiencia habitual. Queda como guiño permanente, una marca que sus seguidores ya identifican con la familia y los directos de Jijantes.
En un pódcast reciente, el periodista reconoció que al principio no era de perros, y que Qatara le cambió la cabeza y los hábitos. Habló también del equilibrio con bebés, desmontando tópicos desde la experiencia, y admitiendo que la perra notó el cambio al llegar Carolina. En el mismo diálogo, insistió en supervisar cada interacción y en respetar el ritmo de adaptación de la perrita y la niña.
Cómo ha cambiado la convivencia
Habló de calma, de espacios separados cuando toca, y de desactivar miedos que a menudo nacen de tópicos sin respaldo. Las reacciones no tardaron: comentarios cariñosos invadieron sus perfiles y varios clips recordaron que Qatara aparece a menudo en directos. Desde bromas con futbolistas hasta momentos espontáneos en el set, la perrita funciona como talismán amable de la comunidad culé.

En paralelo, el capítulo del bautizo añadió otra capa sentimental a la historia, con posado mediterráneo y tono íntimo en familia. La comunidad leyó aquellas imágenes como confirmación de que la prioridad del creador pasa por su hogar, sin renunciar al directo. Romero enseñó la habitación de la niña poco después del parto y agradeció el afecto recibido.
En otra estampa compartida, la pequeña lucía colores blaugranas mientras tomaba biberón, un guiño cómplice a la audiencia culé. El episodio de Qatara muestra que los vínculos afectivos también ordenan la vida mediática del streamer. En casa de Romero, la convivencia se cuenta sin dramatismos y con transparencia controlada, lo justo para que la intimidad siga siendo suya.