La relación entre la Reina Letizia y su cuñada, la Infanta Cristina, vuelve a estar en el punto de mira. A pocos días del 60.º cumpleaños de Cristina, que se celebrará el 13 de junio de 2025, reaparecen tensiones que habían permanecido latentes desde episodios anteriores. Pero, ¿qué hay detrás de este episodio que ha captado la atención mediática?
¿Qué ha pasado?
La Infanta Cristina ha organizado una reunión privada para celebrar su cumpleaños, alejada del protocolo y la atención mediática que rodearon otras celebraciones familiares recientes. Según lo que ha trascendido, el evento será discreto, con una lista de invitados reducida, centrada en familiares cercanos como la Reina Sofía, la Infanta Elena e Irene de Grecia, si su salud lo permite. Entre sus hijos, solo Miguel ha confirmado asistencia para acompañarla en Madrid.
En contraste con la celebración del 61.º cumpleaños de Elena, donde los reyes Felipe y Letizia acudieron junto a los eméritos y varios miembros de la familia en diciembre, esta ocasión se vislumbra con numerosas ausencias: ni los reyes, ni el Rey Juan Carlos —que inicialmente tuvo intención de asistir— estarán presentes.

La breve explicación oficial alude a deseos de privacidad y respeto al perfil reservado que Cristina ha mantenido en los últimos años, pero no faltan voces que interpretan estas ausencias como gestos simbólicos de separación.
Reacciones de la Casa Real
Desde el entorno de Casa Real no se han emitido comunicados formales, pero fuentes cercanas, citadas por medios como Infobae y El Debate, sugieren que la Reina y el Rey habrían declinado la invitación simplemente para evitar contratiempos o imágenes forzadas. En redes sociales, algunos usuarios interpretan la ausencia como un “menosprecio explícito” hacia Cristina, e incluso hablan de “tres puñaladas” realizadas por Letizia, una metáfora bastante gráfica usada en medios como El Nacional.
La mala relación no es nueva
La tensión que envuelve a Letizia y Cristina no es nueva. Uno de los episodios más recordados fue aquel encontronazo en Marivent, cuando Cristina criticó el atuendo deportivo de Letizia, lo que desencadenó una polémica tensa por desacuerdos relacionados con imagen y protocolo. Aquel incidente, unido al impacto del Caso Nóos —que involucró al exmarido de Cristina, Iñaki Urdangarin— sigue dejando cicatrices en la dinámica familiar.

La celebración de Elena sirvió como una especie de reconciliación pública de conveniencia —provocada por otros debates internos, como el escándalo familiar que mencionan Pilar Eyre y otros analistas—, mientras que esta fiesta de Cristina parece revelarse como otro capítulo de distanciamiento lecturas.com.
Futuro más cercano
Por el momento, la posibilidad de un acercamiento público real entre Letizia y Cristina parece lejana. Se apunta a que la reconciliación podría venir de la mano de gestos protocolarios, como posados conjuntos en eventos oficiales. Sin embargo, la línea de trabajo discreto adoptada por Cristina —quien mantiene su vida laboral entre Barcelona, Ginebra y ONG, y evita mogollón mediático desde hace años— no facilita estas muestras de unidad.