En plena resaca del verano, los tres hijos de Pep Guardiola han puesto un nuevo pin en el mapa familiar. Lo han hecho con una escapada discreta, sin posados profesionales ni anuncios rimbombantes, pero con pistas suficientes para incendiar el radar de los curiosos. Mientras el técnico intenta enderezar el rumbo en Manchester y gestionar su vida personal con máxima discreción, sus hijos han decidido mirar lejos. El resultado es una ruta mediterránea poco habitual entre influencers, más de vivencia que de escaparate, con sabor a mar y montaña.
De Batroun a Faraya: las pistas que dejaron en Instagram
Las señales llegaron desde las stories de Maria Guardiola, que colgó una batería de clips con geolocalizaciones muy concretas. Entre ellas aparecían Batroun, pequeña joya costera del norte, y Faraya, una escapada de altura en el corazón del Monte Líbano.
El viaje lo hicieron los tres hermanos, con Maria al mando del relato digital y Màrius asomando entre piscinas con vistas imposibles. La menor, Valentina, aparecía tapada en un tenderete callejero, detalle que reforzó la intención de mantener el plan lejos del foco.

Un país inesperado para el circuito influencer
Batroun no es un destino masivo, pero presume de muralla fenicia, zoco junto al mar y vida nocturna con carácter propio. Su tradición limonera y su pequeña región vinícola han convertido la costa en una escapada sabrosa, tranquila y muy fotogénica. A menos de dos horas, Faraya ofrece el reverso perfecto, con el embalse de Chabrouh, senderos estivales y estaciones de esquí famosas en invierno. Ese contraste permite en un mismo viaje saltar de un baño en rocas rojizas a una caminata a dos mil metros.
Cómo nació la historia
La escapada saltó a la conversación cuando medios especializados recopilaron esas stories, fechadas el sábado 16, y las unieron en un relato. La elección del país, además, llega tras meses en los que la familia ha optado por la discreción por la separación de Pep y Cristina. Aun así, los Guardiola no han cortado los gestos públicos cuando la cultura llama, como se vio en los conciertos de Oasis en Manchester.
Allí Pep cantó con Maria entre miles de espectadores, en unas fechas que devolvieron cierta normalidad al calendario emocional de la familia. En Manchester, la afición percibe normalidad, incluso vieron a Valentina junto al banquillo en el Mundial de Clubes, gesto de apoyo total a su padre.