Dani Mateo nació en Granollers, en el Vallès Oriental, y desde ahí forjó un humor ácido que hoy domina la sobremesa televisiva. Su trayectoria le llevó a Madrid hace años, pero es su casa la que mejor explica esta etapa más reposada y meticulosa.
Del Vallès a un refugio luminoso en Madrid
El cómico vive en la capital junto a su pareja, la modelo Yasmina Paiman. Ha convertido su hogar en un remanso de calma muy pensado. No hay estridencias ni barroquismo: la vivienda respira orden, amplitud y una estética sobria que acompaña su agenda de plató y gira teatral.
El salón manda y se abre como una estancia única donde todo dialoga sin ruido, desde la librería a las piezas de arte contemporáneo. Predominan los beiges y grises claros sobre suelos de madera clara, una paleta tranquila que amplifica la luz natural y evita distracciones. La arquitectura juega con líneas rectas y ventanales generosos, mientras la biblioteca deja entrever aficiones y lecturas que han acompañado su carrera.

Jardín con piscina y barbacoa
Fuera de casa, la vida se desplaza a un jardín amplio con césped cuidado, piscina de revestimiento claro y un rincón de barbacoa. Ese combo exterior resume la aspiración madrileña de tener cielo propio, reuniones con amigos y un respiro real lejos del asfalto frenético. En redes ha mostrado destellos de ese “chill out” sin convertirlo en reality, preservando límites razonables de intimidad. Mateo no da entrevistas sobre planos ni metros, pero su Instagram deja pistas constantes sobre la casa y sus rutinas domésticas.
Entre ellas, se encuentra un sillón Lounge Chair & Ottoman de Eames, la pasión por los libros y una estética cálida que su comunidad identifica de inmediato. Las publicaciones suelen reunir comentarios celebrando la luz del salón y la calma del jardín. Aun así, no caen en la exhibición invasiva que desgasta a tantas celebridades. El interés por su vivienda no nace de rumores caprichosos, sino de un goteo de imágenes y reportajes que han ordenado las claves del hogar.
Idealista News fechó en agosto un perfil que sistematiza colores, materiales y distribución, siguiendo el rastro de lo que el presentador comparte. Otros medios especializados han puesto foco en la biblioteca, el arte contemporáneo y esa coherencia estética entre interior y jardín. El retrato final es el de un catalán que encontró en Madrid un espacio a medida, donde la luz y el orden cuentan su lado menos televisivo. Jardín, piscina y una biblioteca inabarcable sostienen una narrativa doméstica que encaja con un presente profesional exigente y bastante observado.