En Mónaco, la figura del príncipe Alberto ha sido siempre sinónimo de continuidad de la tradición del Principado y de su padre. Su vida pública ha estado desde siempre ocupando titulares, primero por haber sido el soltero más deseado de Europa. Aunque luego de ascender al trono, la tónica de las polémicas en que se ha visto envuelto, han ido cambiando.
A pesar de todo, Alberto ha sido visto como una figura clave en la estabilidad del pequeño, pero poderoso Principado de Mónaco. Su imagen ha estado ligada a la diplomacia, la transparencia en su liderazgo y el control. Pero cuando alguien de su círculo más cercano habla más de la cuenta, todo puede cambiar.

Un despido con consecuencias imborrables para Alberto
Claude Palmero fue el contable personal del príncipe Alberto y de la familia Grimaldi durante veinte años. Sin embargo, el año 2023, Palmero fue despedido por Alberto y pronto quedó claro que el acto era el inicio de algo mayor. El Príncipe argumentó con algunas irregularidades en las gestiones del contable.
Alberto lo denunció por abuso de confianza, robo de documentos y otras faltas graves. Palmero respondió con cuadernos llenos de detalles en los que había registrado todo lo de sus encuentros con el soberano. "Su alteza quería que no hubiese el mínimo rastro escrito posible y que su patrimonio fuera opaco", declaró a la policía.
Según su testimonio, el objetivo era mantener el patrimonio en la sombra. Propiedades, salarios y fondos pasaban por manos del contable para no dejar huella directa. Incluso habló de un “apartamento de soltero” a su nombre para que Charlene no se enterara.

Una red que salpica más de lo esperado
Los documentos revelados también ponen el foco en otras figuras de la familia Grimaldi, como Charlene y Carolina. Según las anotaciones de Palmero, los gastos de la princesa consorte superaron los 15 millones de euros en apenas ocho años. A pesar de contar con una dotación oficial de 1,5 millones anuales.
Palmero asegura que administró fondos para personas cercanas a Alberto. Entre ellas, Nicole Coste, madre de uno de sus hijos, pagándole incluso a los trabajadores de la mujer con dineros del Principado. Habría gestionado un apartamento en Londres de 8,5 millones de euros mediante un fideicomiso que habría estado vigente hasta enero del 2025.
Palmero, agregó a la declaración anterior: “Revela que tenía confianza en mí, incluso después de despedirme; esto desmonta todo su argumento”. El actual responsable financiero del palacio afirma que Palmero actuó sin autorización. Y lo acusa de ser “beneficiario económico” sin conocimiento del príncipe.

Un conflicto que no deja indiferente
Las declaraciones de Palmero hacen tambalear la figura del Principado y de Alberto. Lo que genera dudas y opiniones encontradas entre los ciudadanos de Mónaco. Considerando además que el Principado fue agregado a la lista de la Comisión Europea sobre países con riesgo de blanqueo de dinero.
El caso, conocido ya como el Monacogate, ha dividido al pequeño país. Mientras unos respaldan al príncipe, otros piden transparencia total, como se comprometió que sería cuando asumió la Corona. Este conflicto expone una fisura en la figura del príncipe Alberto, cuya autoridad parecía hasta ahora fuera de toda duda.