La princesa Charlene de Mónaco vuelve a estar en el centro de todas las miradas tras conocerse nuevos detalles sobre su vínculo con el empresario ruso Vladislav Doronin. Mientras sigue ingresada en una clínica europea, una nueva polémica ha reavivado las dudas sobre su relación con el príncipe Alberto. Lo que parecía una recuperación discreta ha acabado desatando un auténtico revuelo mediático.
La noticia ha sido revelada por medios europeos que citan fuentes cercanas al entorno de Charlene, quienes aseguran que ha retomado el contacto con Doronin en un momento particularmente crítico. Esta inesperada cercanía entre la princesa y el magnate ruso ha hecho saltar las alarmas sobre la posible distancia, entre ella y su esposo. Todo esto ha reavivado el eterno debate sobre si el matrimonio Grimaldi atraviesa una crisis más profunda de lo que el Palacio quiere admitir.

El empresario Vladislav Doronin no es un desconocido para el mundo del espectáculo ni para los círculos de la realeza. Famoso por su relación con Naomi Campbell entre 2008 y 2013, su nombre ha vuelto a sonar tras conocerse su estrecha amistad con Charlene. Aunque ya había fotos de ambos en eventos desde 2011, ahora se sabe que su relación habría superado lo meramente cordial.
Charlene de Mónaco busca apoyo ante la distancia del príncipe Alberto
Según estas fuentes, Doronin ha sido uno de los apoyos emocionales de Charlene durante su estancia médica, en un contexto en el que el príncipe Alberto ha estado notablemente más ausente. Ambos se habrían reencontrado en varias ocasiones, en privado, en un clima de confianza creciente. La relación estaría marcada por la confidencialidad y la discreción, aunque ha sido suficiente para generar especulaciones sobre una cercanía más íntima.
Los rumores no nacen de la nada, desde hace años, la pareja monegasca ha estado rodeada de informaciones sobre infidelidades, tensiones y distanciamiento emocional. La gota que ha colmado el vaso ha sido la supuesta tercera paternidad fuera del matrimonio que se le atribuye al príncipe, esta vez con una mujer brasileña residente en Italia. Este episodio ha coincidido con el ingreso de Charlene y su decisión de apartarse, al menos temporalmente, de la vida pública.
Charlene enfrenta su fragilidad mientras crecen los rumores en Mónaco
A todo esto se suma la frágil salud de la princesa, tras varias cirugías otorrinolaringológicas que llegaron a poner en riesgo su vida. La suma de agotamiento físico, crisis conyugal y presión mediática ha convertido este episodio en uno de los más difíciles que ha enfrentado desde su llegada al Principado. No es de extrañar que haya buscado refugio fuera del entorno palaciego.

De momento, el Palacio de Mónaco ha evitado pronunciarse directamente sobre el vínculo entre Charlene y Doronin, limitándose a negar una posible separación. Sin embargo, el silencio institucional no ha logrado frenar las especulaciones, que crecen al mismo ritmo que los titulares. La relación entre la princesa y el empresario ruso ahora es un hecho confirmado por su círculo más cercano.