Meghan Markle y el príncipe Harry han aprendido a navegar las olas mediáticas que acompañan cada paso que dan. Entre rumores y titulares, mantienen una imagen unida y estable. Su vida en California les ha permitido construir un entorno donde priorizan a sus hijos y proyectos personales.
Para ellos, el equilibrio entre la esfera privada y la exposición pública es una estrategia tan calculada como necesaria para preservar su bienestar familiar. Pero planificando todo como ellos quieren y no en la forma impuesta por protocolos.

Una celebración en clave íntima
El 4 de agosto, Meghan celebró sus 44 años. Estuvo acompañada por Harry, Archie, Lilibet, su madre y amigos cercanos en un ambiente relajado. Las especulaciones de crisis matrimonial quedaron atrás y la pareja parece haber recuperado la calma que buscaba desde su mudanza.
Sin embargo, no pasó desapercibido que la Familia Real británica no envió un saludo público. Desde hace mucho tiempo, Meghan no recibe tarjetas ni saludos desde la realeza británica. La ausencia de felicitaciones y mensajes marcó la diferencia con lo que ocurrió en el último cumpleaños de Harry.

Éxitos y retos profesionales de Meghan Markle
En lo profesional, Meghan vive un momento de contrastes. Continúa trabajando en su marca personal y en producir cada día más novedades. Su marca As Ever continúa creciendo y sus productos suelen agotarse en pocas horas.
Por otro lado, todo apunta a que su contrato con Netflix no será renovado en septiembre, porque los resultados no alcanzaron las expectativas iniciales. Aunque la plataforma seguirá vinculada como socio de As Ever, los nuevos acuerdos serían puntuales y de menor alcance que los firmados en el pasado.

Harry y la posibilidad de un acercamiento
En paralelo, los expertos reales señalan que Harry estaría “desesperado” por retomar la relación con Carlos III, a quien no ve desde febrero de 2024. Medios británicos apuntan que, tras varias reuniones privadas, podría abrirse una oportunidad para un cambio de rumbo familiar.
Meghan afronta las críticas con una sonrisa y mantiene el foco en su familia y proyectos. “Se nota que no quiere que nada empañe sus momentos personales”, señalan allegados. El silencio institucional y la posible ruptura con Netflix aportan incertidumbre a un año complejo para Meghan y el príncipe Harry.