La ausencia inesperada de la reina Sofía en Mallorca este verano ha generado inquietud entre quienes siguen de cerca a la Familia Real. Aunque cada año suele llegar antes que nadie al Palacio de Marivent, en esta ocasión algo ha alterado esa costumbre. ¿Qué está sucediendo realmente?
Un verano fuera de lo habitual para Doña Sofía
Lo primero que llama la atención es que aún no ha aparecido por Palma de Mallorca. Habitualmente, la emérita llega en torno al 15 de julio y se reúne con Felipe VI, la reina Letizia, y sus nietas en el palacio veraniego. Este año, sin embargo, permanece en Madrid, algo poco habitual en su agenda estival.
Según fuentes directas explicadas en el programa de radio Es la mañana de Federico, la ausencia se debe a la salud de su hermana, la princesa Irene de Grecia. Doña Sofía ha decidido permanecer en Zarzuela para no dejarla sola, plantando así un posible cambio radical en sus rutinas veraniegas.

La evolución del deterioro de Irene de Grecia y su impacto
Desde hace meses, la princesa Irene afronta un agravamiento de su estado de salud. Su vulnerabilidad motriz la ha llevado a desplazarse en silla de ruedas y su salud cognitiva se ha deteriorado progresivamente, con signos compatibles con un deterioro cognitivo avanzado.
Ese contexto ha llevado a Doña Sofía a cuestionarse si debía trasladarse a Palma. Según algunos medios, evaluó incluso cancelar su estancia en Marivent para dedicarse al cuidado de Irene, una situación que se considera excepcional en su avanzada edad de 86 años.
Finalmente, se decidió seguir con las vacaciones. Los hijos de la reina (en especial las infantas Elena y Cristina) la convencieron de ir, comprometiéndose a visitarla con frecuencia en Zarzuela durante ese tiempo.

Apoyo emocional: una amiga muy cercana también afectada
No solo la hermana coloca en jaque las vacaciones de la reina: Tatiana Radziwill, íntima amiga y confidente de Sofía, también atraviesa un momento delicado. La prima de la emérita sufrió un ictus hace unos meses que ha dejado secuelas en su movilidad. Aunque suele viajar a Mallorca junto a Sofía, este año su estado ha aumentado la preocupación de la Reina.
Tatiana, que ha acompañado a Sofía en momentos clave de su vida, permanece en rehabilitación. La Reina ha mostrado una atención especial por ella, reforzando la decisión de permanecer cerca de ambas, Irene y Tatiana, en lugar de viajar sola.
¿Qué pasará este verano?
Este verano se perfila como uno de los más complejos a nivel emocional para la reina Sofía. La coincidencia de dos personas muy cercanas con graves problemas de salud ha llevado a la Emérita a replantearse por primera vez en muchos años su tradición estival en Mallorca.

La presencia habitual de Doña Sofía en la isla, compartiendo paseos con sus nietas, compras y cenas familiares, ha dado paso a un periodo de retirada más introspectiva y cuidadosa. A sus 86 años, la reina enfrenta un momento vital difícil, pero con el apoyo discreto de sus hijos y su entorno más cercano.