Dos mujeres posan elegantemente, una con un vestido rojo y la otra con un traje blanco y medallas, sobre un fondo negro.

Letizia Ortiz desesperada: Las rutas de Leonor de Borbón que acaban mal

Letizia Ortiz no sabe qué hacer por las escapadas nocturnas de la Princesa

Parece que la rutina de la familia real nunca descansa. Hemos cerrado una etapa solemne con la princesa Leonor como protagonista de los actos oficiales en la Escuela Naval de Marín. Ahora la atención mediática vuelve a girar hacia su vida fuera del protocolo.

En los últimos días, el foco no está en sus condecoraciones ni en los desfiles presididos por Felipe VI.  El foco está en su nueva agenda. Salidas nocturnas que han hecho saltar todas las alarmas en la Zarzuela y han puesto a Letizia en el centro de una tormenta mediática.

Atrás quedan las imágenes de la heredera entre uniformes y solemnidad. Ahora, la protagonista es una joven con ganas de exprimir su tiempo libre. Así lo apuntan fuentes cercanas a la Casa Real y se percibe en el ambiente de Madrid, donde sus escapadas han comenzado a generar comentarios en redes.

Dos personas vestidas formalmente con medallas alrededor del cuello en un evento oficial.
Leonor y Felipe | Vozpópuli

Escapadas nocturnas que ponen en jaque a la Casa Real

Lo que en principio podría verse como una fase lógica de juventud y desconexión, se ha transformado en motivo muy preocupante en el entorno de Leonor. Desde que terminó su exigente formación naval, la princesa ha adoptado una agenda nocturna que poco tiene que ver con los valores de discreción y reserva. Leonor, lejos de buscar el recogimiento, ha optado por una vida social vibrante y, en ocasiones, difícil de controlar.

Las redes sociales y los rumores surgidos en grupos de WhatsApp de la alta sociedad madrileña dan cuenta de los movimientos de la princesa. No resulta extraño verla en locales de moda del  barrio de Salamanca, Ponzano o Chamberí, siempre rodeada de un selecto grupo de amigos y amigas.

Lo llamativo es la frecuencia y la intensidad de estas salidas. Muchas veces hasta altas horas de la madrugada, lo que no ha pasado desapercibido ni para la prensa ni para su entorno familiar.

Una persona con traje blanco y medalla junto a una mujer sonriente sosteniendo un corazón rojo.
Montaje en el que se ve a la Princesa Leonor y a una persona enamorada | TVE, Maridav

Según han señalado periodistas especializados en Casa Real, la escolta de Leonor ha tenido que intervenir en más de una ocasión para evitar la difusión de imágenes comprometedoras. El propio equipo de seguridad está al límite. Los cambios de local, los intentos de captar fotografías por parte de curiosos y la dificultad para pasar desapercibida han convertido cada noche en una odisea.

Letizia, al límite: tensión y temor a nuevos escándalos

La preocupación de la reina Letizia es visible, incluso a través del hermetismo habitual de la Casa Real. Fuentes del entorno aseguran que la reina ha tenido más de una conversación tensa con su hija, intentando frenar una exposición pública que podría derivar en escándalos de difícil gestión. Letizia, consciente del impacto de cualquier imagen o testimonio, teme que un desliz de la heredera arruine años de trabajo en construir una imagen moderna pero responsable para la monarquía.

El nerviosismo ha llegado a tal punto que el equipo de comunicación de Zarzuela ha dado instrucciones claras para minimizar la presencia de Leonor en lugares públicos de ocio nocturno. Sin embargo, la libertad de la heredera parece estar por encima de los límites impuestos, y las tensiones entre madre e hija van en aumento.

Dos mujeres, una con uniforme naval y otra con vestido oscuro, están frente a un emoji con expresión seria.
Montaje en el que se ve a la Reina Letizia y a la Princesa Leonor con una cara que demuestra enfado | Casa Real, XCatalunya, yayayoyo

No es la primera vez que se produce una situación similar. Durante el viaje del  Juan Sebastián Elcano, ya hubo episodios de vida nocturna y negociaciones de última hora con medios internacionales para frenar la publicación de imágenes. Ahora, la diferencia es que los escenarios son madrileños y la presión es mayor, con todos los focos sobre la princesa.

Crisis para la institución

Lo que está ocurriendo con Leonor es un capítulo de rebeldía adolescente, pero también una señal clara de los retos a los que se enfrenta la monarquía en pleno siglo XXI. Cada salida de la princesa es un examen para la imagen de la Corona y para la propia Leonor.

Las noches desenfrenadas de Leonor y el desgaste en la seguridad real han encendido las alarmas en Zarzuela. La reina Letizia, preocupada, busca frenar la exposición mediática de su hija, mientras la monarquía se enfrenta a uno de sus desafíos más delicados en años.