El verano siempre ha sido sinónimo de Marivent para la Familia Real española. Un refugio balear que ha servido de escenario para posados históricos, regatas y cumbres políticas. Sin embargo, los tiempos cambian y las nuevas generaciones reclaman su propio espacio, incluso cuando llevan sobre sus hombros el futuro de la Corona.
La Reina Letizia, artífice de una estrategia milimétrica para proteger la imagen de sus hijas, se enfrenta ahora a un desafío que no entraba en sus planes: el deseo de independencia de Leonor y Sofía.
La monarca ha trabajado incansablemente para moldear a sus hijas como ella quería. Su control ha sido muy estricto. Hay infinidad de anécdotas, como la vez que prohibió a la Reina Sofía dar caramelos a las niñas cuando eran pequeñas. O cuando modificó el menú de la escuela Los Rosales para adaptarlo a lo que ella consideraba apropiado. Un gesto que provocó las quejas - sin éxito - de otros padres.

Unas vacaciones que rompen con la tradición
Tras un año de enormes exigencias, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía por fin han dado carpetazo a sus agendas. Leonor finalizó su dura formación en la Armada el pasado 15 de julio, recibiendo con honor la Gran Cruz al Mérito Naval. Poco después, presidía los Premios Princesa de Girona y, junto a su hermana, vibraba en Basilea con la selección española en la Eurocopa de fútbol femenino.
En un movimiento que revela necesidad de una vida propia, las hermanas han decidido tomarse unos días por su cuenta. Antes de poner rumbo a la isla balear, han organizado una escapada privada con sus amigos, lejos del foco mediático y del protocolo de Marivent. Unos días de normalidad que cualquier joven de su edad anhela, pero que en su caso supone una significativa ruptura con la tradición estival de la Corona.
La estrategia de Letizia ante una nueva realidad familiar
Esta decisión de sus hijas pone a prueba el control que Letizia ha mantenido sobre cada uno de sus pasos. Acostumbrada a supervisar su educación, su imagen y sus apariciones públicas, se encuentra ahora con dos jóvenes adultas que reclaman su autonomía.

Además, una vez llegaron a la isla, ambas hermanas salieron de fiesta por Magaluf. Algo que no gustó a Letizia Ortiz. La consecuencia: las obligó a hacer una serie de planes más aburridos.
Marivent, un palacio que pierde su encanto generacional
El Palacio de Marivent, el gran refugio de la Reina Sofía, parece perder atractivo para las nuevas generaciones. Para Leonor y Sofía, Mallorca es más una obligación institucional que un paraíso de descanso. Además, sus primos tampoco pueden acudir a la vez. Prohibición expresa de la Reina tras el caso Noos.
La pregunta que queda en el aire es inevitable: ¿estamos asistiendo al fin de los veranos reales tal y como los conocíamos?