El escándalo no ha abandonado los pasillos de Buckingham y lo ha hecho incluso cuando sus protagonistas no han pasado por ellos. La polémica se ha asociado de manera intrínseca a los movimientos de la Familia Real británica y todos sus miembros han tenido sus propios líos. Unos han rendido cuentas ante la justicia y otros lo han hecho ante el pueblo: Nadie se ha librado de esa sombra, ni siquiera Carlos III de Inglaterra.
Carlos III ha tratado de servir de ejemplo tras ocupar un trono que se le ha resistido demasiado tiempo. Ha llegado al cargo poco después de comenzar su batalla contra el cáncer. Ha mostrado su voluntad de cumplir con su deber, pero también se ha hablado mucho de su temperamento.

El príncipe Andrés se ha ganado a pulso la fama de hijo díscolo de Isabel II. Sus feos asuntos con menores de edad le han llevado a los tribunales por su amistad con Epstein. Ha tenido problemas económicos y ha protagonizado pulsos con su familia.
Sorpresa en Inglaterra por la última hora de Carlos III
Pero ahora ha sido el propio Carlos quien se ha enfrentado a uno que ha dolido de forma especial. Sus trabajadores han decidido plantarle cara y lo han acusado de un trato denigrante.
En los últimos días, se ha hablado mucho de él y eso que ha estado de vacaciones e inmerso en la recuperación por su cáncer. Precisamente esas vacaciones han sido motivo de comentarios debido a que las ha pasado lejos de su esposa, la reina Camila. Ella ha disfrutado de un yate de 34 millones de euros por aguas de Grecia, sin su marido y los tabloides han explotado la separación temporal del matrimonio.

Pero el foco se ha centrado ahora en los jardineros al servicio del rey. Ellos han denunciado no haber recibido un trato digno: “Hay una investigación abierta, he tenido acceso a un documento interno que me ha sorprendido. Lo más sencillo que dicen de él es que es soberbio y exigente y a partir de ahí todo es una serie de denuncias por maltrato”, ha explicado un testigo.
Los jardineros de Carlos III se revelan en su contra
No ha sido una queja aislada: once jardineros de Highgrove House han confirmado la denuncia y han asegurado que el rey ha disfrutado intimidándolos. Que ha estado malhumorado y mezquino, que no ha dudado en gritarles al menor error. Otros asesores reales han respaldado la acusación y han señalado que “no distingue la noche del día” y que ha actuado como un hombre caprichoso.

Se ha recordado que enfrentarse a un rey no es sencillo. Menos aún en el terreno judicial. Por eso se ha dudado que la investigación tenga recorrido.
Nadie ha esperado un despido real por falta de modales. Sin embargo, las revelaciones han dejado a Inglaterra en vilo.