Una inesperada aparición de Iñaki Urdangarin ha dejado a todos boquiabiertos, y no precisamente por su pareja ni por su trabajo. En las últimas horas, un testigo ha presenciado un encuentro que involucra directamente al exmarido de la infanta Cristina y a su hijo Pablo Urdangarin. La escena ha sido en Barcelona, ciudad de la que Iñaki había estado ausente durante mucho tiempo y a la que ahora ha regresado por un motivo especial.
A diferencia de sus últimas apariciones públicas, esta vez Iñaki no estaba acompañado por Ainhoa Armentia. Su llegada a la capital catalana fue sigilosa, sin cámaras ni prensa a la vista, pero una fuente cercana ha revelado detalles clave sobre lo que verdaderamente ocurrió. ¿Por qué eligió este destino en pleno verano? ¿Y qué papel ha jugado su hijo Pablo en todo esto?

Iñaki Urdangarin ha sido visto en Barcelona para visitar a su hijo Pablo durante sus vacaciones
Durante años, Barcelona fue el centro de la vida personal, familiar y profesional de Iñaki Urdangarin. Tras su separación de la infanta Cristina y su posterior condena, el exdeportista decidió cortar lazos con esa etapa y dejar de visitar la ciudad. De hecho, en más de una ocasión evitó encuentros fortuitos con su exmujer, coincidiendo en calles donde ambos fingían no reconocerse.
Sin embargo, el contexto ha cambiado notablemente en los últimos meses. La relación entre Iñaki y Cristina ha mejorado, al menos en términos de respeto y cordialidad. Además, sus hijos se han convertido en el principal nexo de unión entre ambos.
Irene, la menor, ha visitado también la ciudad recientemente, antes de volar a Galicia para una celebración privada. Por su parte, Pablo vive en Barcelona desde hace dos años, una circunstancia que ha reabierto las puertas a nuevas visitas familiares.
La gran revelación se produjo durante el pasado fin de semana. Un testigo ha confirmado que Iñaki Urdangarin fue visto llegando al domicilio de su hijo Pablo, donde pasó varios días alojado. La visita no fue un simple encuentro familiar, sino una pequeña escapada vacacional organizada para compartir tiempo de calidad entre padre e hijo.

Según ha trascendido, Iñaki viajó desde Vitoria hasta Barcelona en su nuevo Volvo azul, un modelo que comparte historia con su exmujer. Durante su matrimonio, ambos conducían ese mismo vehículo, y tras la separación, Cristina incluso le cedió uno similar. Hoy, Urdangarin tiene el suyo propio, y lo ha estacionado en la plaza privada que siempre utiliza en casa de su hijo.
El detalle que ha llamado la atención de los testigos es que, esta vez, el exduque acudió solo, sin rastro de Ainhoa Armentia. La visita tenía un propósito claro: acompañar a Pablo Urdangarin antes del arranque de su pretemporada deportiva.
Han compartido charlas, entrenamientos y momentos privados, consolidando un vínculo que va más allá de lo familiar. Y es que Iñaki actúa como mentor personal de su hijo, tanto a nivel deportivo como emocional.
Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina se dividen las vacaciones de sus hijos
Días antes del encuentro con su padre, los hijos de la infanta Cristina realizaron una escapada junto a su madre. Como ya ocurrió el verano anterior, la familia organizó unas vacaciones cuyo destino no fue revelado públicamente. El año pasado visitaron Creta, y este año repitieron la fórmula, con la participación de algunas parejas sentimentales de los jóvenes.
Esta estructura vacacional dividida no es casual. La infanta Cristina desea mantener la unión con sus hijos, sin excluir la posibilidad de que también pasen tiempo con su padre. Primero la madre, luego el padre: esa ha sido la fórmula elegida este verano.

Cuando llegó el turno de Iñaki, Pablo permanecía aún en Barcelona. El resto de los hermanos se fueron entre el sábado y el domingo. Mientras Irene viajaba en avión, su padre emprendía la ruta de vuelta a Vitoria por carretera, como es habitual en él.
Este regreso de Iñaki Urdangarin a Barcelona y su encuentro con Pablo Urdangarin reflejan una nueva etapa en la relación con su hijo. Ambos han demostrado que las segundas oportunidades, cuando se construyen desde la honestidad, pueden ser profundamente transformadoras. ¿Será este el comienzo de una reconciliación aún mayor en la familia Borbón-Urdangarin?