La historia de los Borbones está llena de episodios controvertidos, pero algunos protagonistas logran superarse a sí mismos en la carrera por acaparar titulares. Desde hace meses, los rumores sobre la vida de Froilán han viajado por medio mundo, de Abu Dabi a Madrid, pasando por los exclusivos círculos de la alta sociedad andaluza. Un nombre que siempre levanta ampollas y que, una vez más, ha hecho saltar las alarmas en el entorno real.
La sombra de sus anteriores incidentes nunca termina de disiparse. Quienes siguen la actualidad del clan Borbón recuerdan las imágenes de noches intensas en Madrid. Ahora, una escapada a Cádiz del nieto de Juan Carlos I para asistir a una boda de alto nivel le ha devuelto al centro de la polémica. Y no solo por la curiosidad mediática, sino por la reacción inédita de su familia más directa.
Froilán, de perfil bajo en una boda exclusiva a perder el control en Cádiz
En esta ocasión, Froilán viajó a España con un propósito claro: acompañar a su amigo Jorge Juste Menchaca en la celebración de su enlace con la modelo Luana Castillo. La cita, en la finca El Cañuelo de Tarifa, prometía discreción, lujo y ambiente familiar. Incluso quienes estaban acostumbrados a ver al hijo de la infanta Elena en el epicentro de la fiesta, se sorprendieron por su actitud comedida al principio del evento.

Una imagen publicada por Candela Martínez Artalejo, donde aparece con Froilán y un mensaje afectuoso, avivó las especulaciones sobre un posible nuevo romance. Sin embargo, el verdadero revuelo llegaría unas horas más tarde, cuando el joven decidió extender la celebración por las calles de Cádiz.
Testigos relatan que el nieto del emérito no pudo mantener la compostura, hasta el punto de ser el centro de las miradas y comentarios en el entorno local. Las redes sociales, aunque no han mostrado imágenes comprometidas, sí han reflejado el desconcierto y la indignación entre los presentes.
Este nuevo desliz no ha pasado desapercibido. Los comentarios de las redes sociales se centran en la burla hacia Froilán. Las comparaciones con otros miembros de la familia real no tardan en aparecer y la opinión pública se divide entre quienes piden mano dura y quienes le ríen las gracias.
La reacción de la Casa Real y de Juan Carlos I
Si bien Froilán reside en Abu Dabi desde hace años, tras verse envuelto en múltiples escándalos, este episodio ha reabierto viejas heridas en Zarzuela. Fuentes cercanas al entorno real aseguran que la noticia llegó rápidamente a oídos de Felipe VI, quien, cansado de la exposición negativa, no dudó en contactar con la infanta Elena.

La conversación fue tensa y directa: no se tolerarán más salidas de tono ni situaciones embarazosas que pongan en entredicho la imagen de la Casa Real.
El aviso va más allá de una simple reprimenda. El monarca ha dejado claro que, de repetirse algo similar, Froilán perderá cualquier posibilidad de volver a España y deberá permanecer en el “exilio” de Abu Dabi.

Desde el entorno del rey Juan Carlos I, tampoco han faltado comentarios. El emérito, acostumbrado a lidiar con situaciones comprometidas, habría mostrado su decepción, consciente de que la sucesión de escándalos solo aleja a su nieto del papel que ambiciona.