Dos hombres con banderas británicas de fondo, uno de ellos sonríe y señala hacia adelante.

Se filtra lo que piensa Carlos III del Príncipe Harry: 'No hay...'

La relación entre ambos está siendo muy complicada

La Casa Real británica vuelve a estar en el ojo del huracán. La relación entre el rey Carlos III y su hijo menor, el príncipe Harry, continúa deteriorándose a pesar de los intentos públicos del duque de Sussex por mostrar cierta disposición al diálogo. El conflicto, que comenzó hace años con la salida de Harry de la familia real y se intensificó tras la publicación de sus memorias.

En las últimas semanas, las tensiones han aumentado por nuevos desencuentros. Uno de los detonantes más recientes ha sido la negativa del Gobierno británico a otorgar seguridad personal a Harry durante sus visitas al Reino Unido. Esta resolución judicial ha hecho que Harry se manifieste en varios medios, visiblemente frustrado.

Declaraciones que alejan

Según fuentes cercanas a la realeza británica citadas por medios del país, las palabras de Harry han tenido un efecto devastador en la poca confianza que aún podía existir entre padre e hijo. En lugar de servir de puente hacia una posible reconciliación, han incrementado la sensación de traición en Buckingham Palace.

Un hombre mayor con traje oscuro camina al aire libre junto a un gráfico de una sirena roja.
El Rey Carlos III y una señal de emergencia | Instagram, XCatalunya, naeprai

El entorno del rey lo tiene claro: el príncipe Harry sigue “en modo batalla permanente”, buscando confrontación y exponiendo al público asuntos privados que, a juicio de la familia real, deberían haberse tratado en la intimidad. “Ve enemigos en todas partes y eso es agotador”, afirman. Una opinión que refuerza la percepción de que su presencia pública es vista más como una amenaza que como un intento sincero de reconciliación.

La puerta entreabierta que se cerró

Harry, por su parte, ha expresado en más de una ocasión que desea una relación cercana con su padre. Ha dicho que “la vida es preciosa” y que “no sabe cuánto tiempo le queda a Carlos III”. También ha asegurado que él estaría dispuesto a perdonar y a volver a construir puentes.

Hombre con uniforme militar y gorra, fondo morado.
El Rey Carlos III uniformado | @theroyalfamily, Canva Creative Studio, XCatalunya

Robert Jobson, uno de los periodistas más respetados en el ámbito de la monarquía, ha sido claro: “Harry debería haber dicho simplemente: ‘Lo siento. Me equivoqué. Cometí errores, pero quiero reconciliarme’”. Según su análisis, si el duque de Sussex hubiera optado por ese camino de humildad, hoy estaríamos hablando de una tregua definitiva entre padre e hijo.

El problema, señala Jobson, es que Harry no da ese paso. En lugar de eso, espera que el perdón venga unilateralmente de la otra parte. Algo que, a la vista de los últimos acontecimientos, no sucederá.

Un punto de no retorno

La conclusión que se extrae desde los medios británicos y desde voces cercanas a la realeza es contundente: el rey Carlos III ya ha tomado una decisión respecto a su hijo Harry. Y esa decisión no es otra que el cierre de filas. El propio monarca ha llegado a expresar —según fuentes filtradas por la prensa— que no existe ya una base de confianza para mantener conversaciones privadas con su hijo.

De hecho, afirman que cualquier intento de diálogo termina filtrado a los medios, lo que ha erosionado profundamente la relación. Incluso los intentos de Meghan Markle por suavizar el ambiente no habrían tenido ningún efecto real. La familia se encuentra en un estado de máxima reserva.

Y la frase clave ha sido revelada. Según ha trascendido desde el entorno del Palacio, esta es la sentencia de Carlos III hacia su hijo Harry:
“No hay confianza”. Y con esas tres palabras, el vínculo se encuentra en el punto más frágil desde la explosiva salida de Harry del Reino Unido en 2020.