El estreno de ‘La familia de la tele’, uno de los grandes proyectos de entretenimiento de RTVE para este 2025, ha generado más titulares por sus discretas audiencias que por su contenido. El programa, presentado por Inés Hernand, Aitor Albizua y la mediática Belén Esteban, comenzó con fuerza, pero en pocas semanas ha sufrido una caída importante.
Inés Hernand, conocida por su franqueza, ha hablado sin tapujos del tema en su pódcast ‘Saldremos mejores’, donde ha reflexionado sobre los retos del formato y ha sido muy crítica con el sistema actual de medición de audiencias en España.
De la ilusión al ajuste forzoso
‘La familia de la tele’ se estrenó con grandes expectativas y una puesta en escena espectacular: un desfile lleno de confeti, carrozas, color y fiesta desde Prado del Rey. El primer programa alcanzó un respetable 9,2% de share, pero los siguientes números mostraron una tendencia preocupante: solo un 6,2% en su entrega más reciente.

Según Hernand, el equipo está en fase de “ajuste” y el programa necesita tiempo para encontrar su tono y conectar de forma más estable con el público. La presentadora, sin embargo, no muestra signos de frustración y prefiere enfocarse en lo que está aprendiendo del proceso.
Una apuesta arriesgada
RTVE ha apostado por un formato híbrido entre tertulia, show televisivo y humor, algo que no siempre encaja con los hábitos televisivos tradicionales. La elección de Hernand, Albizua y Esteban como trío protagonista generó comentarios diversos: desde entusiasmo por la frescura de la propuesta hasta dudas sobre la química entre ellos.

A pesar de las cifras, Inés Hernand insiste en que el formato tiene futuro. En su pódcast ha destacado que el espacio cuenta con “todos los ingredientes” para funcionar, aunque reconoce que todavía hay cosas que mejorar.
Crítica al sistema de audiencias
Uno de los puntos más destacados de su reflexión ha sido la crítica directa al sistema de medición de audiencias vigente en España. Según Hernand, este método no refleja la realidad del consumo televisivo actual y sigue anclado en una lógica obsoleta.
Ha calificado este sistema como “obsoleto, tramposo y nada real”, aunque admite que el dato de audiencia sigue siendo un elemento objetivo dentro de la industria. Su análisis pone sobre la mesa un debate cada vez más presente: la desconexión entre los hábitos digitales del público joven y los criterios de éxito tradicionales en televisión.
Un mensaje de calma y perseverancia
Inés también ha querido tranquilizar tanto al público como a sus propios compañeros. Reivindica la necesidad de paciencia en una industria que a menudo se rige por resultados inmediatos. “Estamos muy poco acostumbrados a los medios plazos”, ha afirmado, sugiriendo que el programa necesita margen para asentarse y evolucionar.
Además, ha reconocido que sus propias expectativas eran altas, pero que valora el trabajo sin presión y con libertad creativa. En ese sentido, su enfoque es más de resistencia y aprendizaje que de dramatismo o derrota.
La frase final que lo resume todo
Con su estilo habitual, directo y con humor ácido, Hernand ha resumido el momento que atraviesa el programa con una metáfora muy personal: “Nos tenemos que oler los culillos en el pipicán, y en esas estamos”. Y ha añadido, para cerrar con claridad: “Habrá que tener paciencia”.
Un mensaje sincero, que reconoce el bache sin ocultarlo y reafirma la voluntad de seguir apostando por un proyecto que, pese a las cifras, aún no ha dicho su última palabra.