Un hombre con gafas frente al escudo del FC Barcelona y un estadio vacío de fondo.

El mensaje woke de Jordi Évole que el Barça no debería escuchar

El periodista de La Sexta concedió una entrevista en El Larguero

La resaca del Clásico continúa dejando reacciones de todos los colores, pero una de las que más revuelo ha causado viene de la mano de Jordi Évole. El periodista catalán hizo una llamativa declaración en el programa radiofónico El Larguero, en la que afirmó que "ganar está sobrevalorado" y elogió al Barça por su comportamiento tras la polémica eliminación frente al Inter en la Champions League, criticando indirectamente las protestas del Real Madrid ante decisiones arbitrales adversas.

Declaraciones post clásico

En plena efervescencia del debate sobre el arbitraje en el Clásico, Évole quiso destacar la actitud de los azulgranas al señalar que «hay que saber perder y el Barça supo perder el otro día con mucha grandeza». Además, apuntó contra la reacción habitual del Real Madrid y su entorno mediático en situaciones similares: «No sé qué hubiese hecho Real Madrid TV con ese arbitraje, pero me imagino que hubiese hecho las delicias de Florentino Pérez».

Estas palabras no tardaron en incendiar las redes, especialmente por su velada crítica hacia el entorno madridista, famoso por su maquinaria mediática de presión contra los colegiados cuando se sienten perjudicados. Jordi Évole quiso resaltar que los jugadores del Barça «cuando pierden se van a su casa esperando el próximo partido», una manera sutil de elogiar una supuesta superioridad moral azulgrana.

Marciniak y los escudos de Inter y de FC Barcelona
Montaje en el que aparecen los escudos del Barça e Inter así como el árbitro | Canva

Análisis de la polémica

La controversia desatada por las declaraciones de Évole reside principalmente en el momento en que llegan. Apenas días después de la eliminación culé en semifinales de la Champions League frente al Inter, marcada por varias decisiones arbitrales discutibles, y horas después de un Clásico decisivo para la Liga en el que nuevamente hubo polémica por la mano no sancionada de Aurélien Tchouaméni, sus palabras adquieren un doble significado.

El periodista intenta establecer una comparación moral entre Barça y Real Madrid en la forma de afrontar las derrotas. Sin embargo, estas declaraciones obvian el malestar profundo que existe en el seno barcelonista tras lo ocurrido ante el Inter, especialmente debido a jugadas clave que pudieron cambiar el rumbo del partido.

Muchos aficionados culés ven las palabras de Évole como un mensaje innecesariamente condescendiente y "woke", que ignora la legítima frustración y el derecho del club a reclamar igualdad en el trato arbitral. En un contexto donde las emociones están al rojo vivo, el discurso del periodista puede ser interpretado más como una reprimenda injusta que como un elogio sincero.

Un hombre con gafas y barba está sentado en un set de televisión sosteniendo una taza negra con un diseño naranja mientras habla gesticulando con la mano.
Jordi Évole en el programa Col·lapse | TV3

Impacto en la opinión pública

Las redes sociales ardieron con comentarios divididos tras la emisión del fragmento. Por un lado, un sector barcelonista alabó la prudencia y la elegancia que Évole atribuyó al club, asegurando que esa es la verdadera esencia del "seny" catalán. Por otro lado, hubo numerosos críticos que acusaron al periodista de vivir desconectado de la realidad futbolística y de minimizar los perjuicios sufridos por el Barça en los últimos partidos decisivos.

Desde el entorno madridista, en cambio, no tardaron en reaccionar con ironía ante el mensaje de Évole, calificándolo de discurso "victimista" disfrazado de moral superior. Algunos medios próximos al club blanco aprovecharon estas palabras para insistir en que son precisamente esas actitudes, supuestamente superiores, las que han convertido al Barça en un equipo complaciente frente a los errores arbitrales.

El episodio no hizo más que reabrir el eterno debate entre madridistas y culés sobre la gestión emocional de las derrotas y el poder mediático de ambos clubes. La polémica en torno a la figura de Florentino Pérez, mencionada explícitamente por Évole, también reactivó una antigua rivalidad mediática entre sectores de la prensa deportiva catalana y la maquinaria informativa del club merengue.

El barcelonismo se pregunta si es un mensaje adecuado y correcto

Las palabras de Jordi Évole, aunque bienintencionadas en apariencia, llegan en un momento inoportuno para el barcelonismo. La derrota contra el Inter en Champions sigue siendo una herida abierta, agravada ahora por las polémicas decisiones arbitrales del Clásico ante el Madrid. Es comprensible que muchos seguidores blaugranas no quieran escuchar ahora discursos moralizantes sobre cómo gestionar la derrota.

Lejos de calmar las aguas, el mensaje de Évole, las ha revuelto aún más. Probablemente, lo que menos necesita ahora mismo el FC Barcelona es una lección de moral desde fuera. Lo que sí requiere, quizá, es levantar la voz en los momentos adecuados, exigir justicia deportiva, y seguir peleando en el terreno de juego. El barcelonismo decidirá si quiere escuchar o no las palabras de Évole, pero lo que está claro es que el mensaje ha generado más ruido que consenso.