La Familia Real vuelve a estar en el centro de atención, pero esta vez por la infanta Elena y una noticia que ha llenado de felicidad a sus miembros cercanos. Los rumores que circulaban desde hace semanas sobre la infanta Elena finalmente se han confirmado: compartirá una nueva aventura junto a su padre. Ambos unirán lazos a través de una pasión que ambos comparten desde hace años: la navegación.
Gran amante del mar y de las regatas, el rey emérito ha sabido transmitir esta afición a sus hijos, especialmente a la infanta Elena, quien ha demostrado ser una entusiasta navegante. Ahora, ambos se preparan para zarpar hacia una de las citas más prestigiosas del mundo náutico. El Campeonato del Mundo de 6 Metros, que se celebrará entre el 17 y el 26 de septiembre en Nueva York.

Según informa Vanitatis, don Juan Carlos viajará a Estados Unidos con el objetivo de participar activamente en esta competición internacional, representando a su equipo. A su lado, estará la infanta Elena, quien también tomará parte en el evento, aunque compitiendo con otra embarcación. El lugar elegido para esta cita es el exclusivo Seawanhaka Corinthian Yacht Club, ubicado en Centre Island, en la localidad de Oyster Bay.
La Familia Real ha decidido no esconder las últimas informaciones sobre la infanta Elena
Antes de su llegada a tierras americanas, Juan Carlos y la infanta Elena tienen previsto reencontrarse en Sanxenxo. La localidad gallega que ya ha acogido en otras ocasiones al rey emérito durante sus visitas para participar en regatas. Será el punto de partida de un viaje que los llevará a vivir una experiencia única.

El campeonato arrancará oficialmente el 17 de septiembre con los registros e inspecciones técnicas, y culminará el día 26 con la entrega de premios y un esperado banquete de clausura.
La infanta Elena ha demostrado que es una gran apasionada del deporte que tanto le gusta a la Familia Real
Esta competición, que tiene sus orígenes en 1907, ha sido históricamente punto de encuentro de grandes figuras de la navegación internacional.
La presencia de la infanta Elena en este evento no solo confirma su fuerte vínculo con su padre, sino también con el mar. Su decisión de acompañarlo a Nueva York, embarcándose ambos en esta travesía, es una muestra más de la complicidad y cariño que los une. Sin duda, se trata de un viaje que quedará grabado en su memoria y que marca un capítulo especial en su historia familiar.