La Familia Real ha cerrado filas. Han hecho un pacto: mantener el secreto sobre su destino vacacional privado y lo han cumplido todos. Incluida Leonor, quien ha mantenido el secreto para poder viajar junto a su familia en sus vacaciones privadas.
Todas las familias tienen sus tradiciones, y la Casa Real no es una excepción. Algunas de sus costumbres se conocen y otras, no tanto. Especialmente en verano, sus movimientos se vuelven más visibles.

Han pasado unos días en Mallorca, como cada año y allí han cumplido con sus compromisos oficiales. El rey Felipe ha participado en las regatas de la Copa del Rey de Vela y la reina Letizia ha asistido a la clausura del Atlántida Film Fest.
Leonor cumple el pacto de la Familia Real para poder hacer su viaje privado
Han ofrecido también la tradicional recepción a autoridades y personalidades en el Palacio de Marivent. Este año ha sido especial: han acudido también la reina Sofía, la princesa Leonor y la infanta Sofía. Las dos jóvenes han debutado en este acto.
Después de estos compromisos, la Familia Real ha puesto fin a su agenda pública y han abandonado Marivent. Han comenzado sus vacaciones privadas y aquí ha entrado en juego el pacto familiar.

A lo que todos han llegado ha sido claro: no revelar el destino de sus vacaciones. Todos lo han mantenido en secreto, por seguridad, solo el Gobierno ha conocido el lugar exacto pero al público no se le ha informado, ni una sola pista.
La princesa Leonor ha respetado el acuerdo, como el resto de su familia. Han evitado filtraciones y han hecho todo lo posible por proteger su intimidad. El viaje privado se ha realizado con mucha discreción y para desplazarse han utilizado su avión privado, se trata del Falcon 900, con el nombre en clave LINCE01.
La Familia Real da comienzo a sus vacaciones privadas
El vuelo ha despegado desde las Islas Baleares a las 17:14 y lo ha hecho sin anuncios previos. Todo ha estado perfectamente coordinado. La princesa Leonor ha cumplido con lo acordado: Ha seguido las normas, ha sido discreta y ha viajado con el resto de los suyos en el mismo avión.

Una vez más, la Familia Real ha intentado mantener un equilibrio: Por un lado, su deber público y por otro, su derecho a la privacidad. Han cumplido con ambos. Este verano de 2025 ha dejado imágenes oficiales y también gestos privados.
Todo ha funcionado y Leonor ha sido un ejemplo de compromiso. La tradición continúa, pero también la protección de su espacio más íntimo.