En la intrincada red de relaciones de la familia real británica, cada gesto y palabra adquiere un significado especial. Recientemente, ha salido a la luz un detalle que arroja nueva luz sobre la relación entre el rey Carlos III y su nuera, Meghan Markle. Antes de que los duques de Sussex decidieran alejarse de sus deberes reales, el monarca británico tenía un apodo particular para referirse a Meghan.
¿Qué ha pasado?
Según reveló la periodista especializada en realeza Katie Nicholl, autora del libro The New Royals: Queen Elizabeth's Legacy and the Future of the Crown, Carlos III se refería a Meghan Markle como "Tungsten". Este término, que en inglés significa tungsteno, hace alusión a uno de los metales más duros y resistentes de la tabla periódica. La elección de este apodo no fue casual. Para Carlos III, Meghan representaba una figura de fortaleza e inflexibilidad, cualidades que, según allegados, le recordaban a sí mismo.
El tungsteno es conocido por su capacidad para resistir altas temperaturas y su dificultad para ser moldeado. Estas características parecen haber sido la inspiración detrás del apodo, sugiriendo que Meghan, al igual que el metal, es una persona que no se doblega fácilmente ante las presiones.

Comparaciones y reacciones
Aunque el apodo "Tungsten" podría interpretarse como un elogio a la fortaleza de Meghan, también ha sido visto por algunos como una crítica velada a su carácter inflexible. En una familia real donde las sonrisas diplomáticas y los silencios estratégicos son moneda corriente, este detalle resulta revelador.
Mientras tanto, Meghan ha continuado construyendo su vida lejos de Buckingham. Su programa de estilo de vida en Netflix, With Love, Meghan, ha generado diversas reacciones, consolidando su imagen como una figura autosuficiente y mediáticamente rentable. Según fuentes cercanas al monarca, Carlos III ha expresado su deseo de que su hijo y nuera "se mantengan financieramente a flote" y, lo más importante, que “no llamen a su puerta”.
Este apodo, que ahora ha salido a la luz, deja clara como de difícil es la relación entre Carlos III y Meghan Markle. La pregunta es evidente: ¿fue un reconocimiento a su fortaleza o una crítica a su intransigencia? En cualquier caso, añade una capa más al ya complejo entramado de la familia real británica.

Marquesa de Tolosa
El apodo "La princesa de Tolosa" no tiene relación con ningún título nobiliario oficial. Según diversas fuentes, se trata de un juego de palabras derivado de la expresión "todo lo sabe", haciendo referencia a la personalidad de Letizia. Desde su llegada a la Casa Real, la entonces princesa de Asturias mostró un carácter fuerte y una actitud proactiva, lo que habría generado tensiones con algunos miembros de la familia real.
Aunque no existen declaraciones oficiales sobre el apodo, diversas fuentes cercanas a la Casa Real han confirmado su uso. El periodista Martín Bianchi señala que el apodo "La princesa de Tolosa" era utilizado por Juan Carlos I y otros miembros de la familia para referirse a Letizia de manera despectiva.