Hombre de cabello canoso y gafas rojas sonríe con un ícono de casa roja sobre un fondo desenfocado azul

Entramos en la casa de 600 metros cuadrados de Jordi Hurtado y su familia

El palacete de Molins de Rei, con piscina y vistas a Collserola, desvela su lado más familiar

No todos los días un presentador celoso de su intimidad abre una rendija a su vida doméstica. La conversación sobre el hogar de Jordi Hurtado ha vuelto a encenderse con fuerza estas últimas semanas. El interés no es casual, porque el entorno de su casa explica parte de su longevidad televisiva. Silencio, luz y una arquitectura pensada para el descanso marcan la pauta cotidiana del presentador.

Su hogar de 600 m², el más blindado de la televisión

La charla se disparó tras una exclusiva reciente que detallaba el “palacete” familiar y su piscina privada en Barcelona. El eco creció en redes, con publicaciones virales que multiplicaron las imágenes del exterior y avivaron la curiosidad por ese refugio. 

Jordi Hurtado eligió hace décadas la tranquilidad de Molins de Rei, a quince kilómetros del centro, para criar a sus hijos lejos del foco. Allí comparte vida con su esposa, Rosa Carmen Palau, en una vivienda rodeada de naturaleza que prioriza la calma y la privacidad. La casa presume de fachada blanca y líneas rectas, con grandes ventanales que inundan de luz los ambientes principales. El diseño recuerda a la estética ibicenca, muy limpia, y dialoga con el jardín y la piscina que se abren hacia la sierra.

Un hombre con camisa blanca gesticula mientras habla, con un recuadro que muestra a otro hombre con gafas rojas y traje oscuro en el fondo.
Jordi Hurtado en el programa de Jorge Javier | Telecinco, La 2, XCatalunya

Superficie, distribución y valor de mercado

Las cifras más repetidas sitúan la propiedad en una parcela de alrededor de 603 metros, con unos 472 construidos en dos plantas. Son medidas coherentes con descripciones inmobiliarias consultadas y con reportajes recientes que coinciden en esa distribución. Sobre el precio, varias publicaciones estiman una horquilla que oscila entre setecientos mil y 1,2 millones de euros. No hay tasación oficial pública, pero el rango encaja con viviendas similares en la zona y con las comodidades descritas.

Del interior hay muy pocas referencias, y esa escasez no es casual, porque la familia protege su intimidad con celo. Durante el confinamiento, una pieza de RTVE dejó ver una estancia luminosa con láminas, un mueble lacado y una lámpara auxiliar. Aquel vídeo mostró también la rutina doméstica de Hurtado, que teletrabajaba, leía y hacía ejercicio mientras preparaba programas. Fue una ventana efímera, suficiente para confirmar un gusto sobrio y funcional, sin extravagancias ni despliegues ostentosos innecesarios.

Premio Nacional, rutina serena y una familia que evita el foco

El reciente Premio Nacional de Televisión ha vuelto a colocar su nombre en titulares, reforzando la expectación alrededor de su vida diaria. Hurtado agradeció el reconocimiento y subrayó su compromiso con una televisión pública de servicio, pedagógica y respetuosa. Ese equilibrio entre exposición y recogimiento explica por qué su hogar interesa y, a la vez, permanece poco fotografiado. La vivienda de Molins de Rei habla de luz, discreción y familia, sin revelar direcciones ni rutinas comprometedoras.