Richard Gere es conocido en todo el mundo por películas que marcaron el cine de los años ochenta y noventa. Con títulos como Pretty Woman o Oficial y caballero, se ganó un lugar en la memoria del público. Sin embargo, más allá de su carrera, siempre ha destacado por su vida personal, marcada por la discreción y por una fuerte influencia espiritual.
Esa faceta más íntima suele despertar tanta curiosidad como sus trabajos en la pantalla. Especialmente cuando se habla de su papel como padre. El actor tiene tres hijos biológicos, pero el primero llegó mucho antes de iniciar su vida junto a la española Alejandra Silva. Ese hijo mayor nació en el año 2000, fruto de la relación con la actriz Carey Lowell.

Desde el principio, Gere y Lowell intentaron que creciera lejos de la presión mediática. A pesar de ser descendiente de uno de los rostros más famosos de Hollywood, disfrutó de una infancia tranquila. Sus padres quisieron que llevara una vida normal, con estudios y actividades propias de cualquier niño. Ese deseo de mantenerlo en privado ha hecho que se conozca poco de su día a día.
Hoy, convertido ya en un adulto, su nombre sigue llamando la atención. Y no por ser el hijo de Richard Gere, sino por el significado que encierra. No es un nombre corriente en Hollywood ni en el mundo hispano. Se trata de Homer James Jigme Gere, una combinación cargada de historia y simbolismo.
Richard Gere y el nombre de su hijo mayor
Cada parte de ese nombre fue escogida con un propósito. Homer es un homenaje al abuelo paterno, el padre de Richard Gere. Con ello, el actor quiso mantener viva la memoria de su familia de origen.

James, el segundo nombre, recuerda al abuelo materno, padre de Carey Lowell. De esta manera, el joven quedó vinculado desde su nacimiento a los dos pilares familiares.
La parte más llamativa es Jigme, ya que se trata de un nombre tibetano que significa “valiente” o “sin miedo”. Su inclusión no fue casual. Richard Gere practica el budismo tibetano desde hace décadas y es uno de los actores más comprometidos con la causa del Tíbet. Ese lazo espiritual lo llevó a añadir a su hijo un nombre que reflejara valores de coraje y serenidad.
El resultado fue una identidad única, que mezcla raíces familiares occidentales con un toque oriental cargado de significado. Homer James Jigme Gere creció con un nombre que le recuerda quiénes fueron sus antepasados, pero también la filosofía que guía a su padre.
En la actualidad, mantiene un perfil discreto. Aunque ha participado en proyectos musicales y se ha formado en psicología, evita el foco mediático. Esa elección personal coincide con el deseo de su padre de darle libertad para construir su camino sin la sombra de Hollywood.
El hijo mayor de Richard Gere no solo lleva un apellido célebre. También porta un nombre que une tradición familiar y espiritualidad. Una decisión que muestra cómo el actor mezcla lo íntimo y lo trascendente en cada aspecto de su vida.