En el dinámico mundo del balonmano español, pocos nombres han resonado con tanta fuerza en los últimos tiempos como el de Pablo Urdangarin. El joven deportista, hijo de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, ha demostrado una evolución notable en su carrera, consolidándose como una pieza clave en el Fraikin BM Granollers. Sin embargo, su ausencia en las convocatorias de la Selección Española ha generado un debate que trasciende lo meramente deportivo.
Un ascenso meteórico en el balonmano nacional
Desde su incorporación al Granollers en 2023, Pablo ha mostrado un crecimiento constante. Su capacidad para adaptarse a diferentes posiciones en la cancha, pasando de extremo derecho a lateral, ha sido destacada por expertos y aficionados.
Partidos recientes evidencian su impacto: un gol decisivo en los últimos segundos contra el Logroño y una actuación estelar frente al FC Barcelona, donde anotó seis goles y proporcionó cinco asistencias, evitando que su antiguo equipo se proclamara campeón de liga en ese encuentro.
El enigma de la no convocatoria
A pesar de su rendimiento sobresaliente, Pablo no ha sido convocado por la Selección Española para eventos de gran envergadura, como los Juegos Olímpicos de París 2024 y el Campeonato Mundial de Balonmano Masculino 2025. Esta situación ha generado interrogantes en el entorno deportivo y familiar del jugador. Algunos allegados sugieren que su apellido podría ser un factor determinante en esta exclusión, insinuando que su linaje real y los antecedentes de su padre podrían estar influyendo en las decisiones federativas.
La reacción de Cristina de Borbón
En entrevistas recientes, Pablo ha abordado la presión mediática que conlleva su apellido. Ha expresado que, aunque es consciente de las comparaciones con su padre, busca forjar su propio camino en el balonmano. Destaca el apoyo constante de Iñaki Urdangarin, especialmente en aspectos mentales y emocionales relacionados con el deporte.
Por otro lado, la infanta Cristina ha manifestado su inquietud respecto a la situación de su hijo. Fuentes cercanas indican que ha llegado a consultar directamente con el rey español Felipe VI sobre posibles influencias que estén limitando la proyección de Pablo en el ámbito deportivo nacional.
El simbolismo detrás del dorsal 77
Un detalle que no pasa desapercibido es la elección del número 77 en la camiseta de Pablo. Este dorsal es un homenaje directo al número 7 que su padre, Iñaki, lució durante su carrera. Además, el apellido "Urdangarin" aparece completo en su camiseta, una declaración de identidad y orgullo familiar que algunos interpretan como un mensaje sutil pero firme sobre sus raíces y aspiraciones.