Maria Nicolau, cocinera y escritora catalana, ha logrado en pocos años convertirse en una de las voces más singulares del panorama gastronómico y cultural en lengua catalana. Su libro Cuina o barbàrie ha sido un fenómeno editorial en Catalunya, con más de 35.000 ejemplares vendidos y múltiples reediciones.
La publicación estadounidense de Cuina o barbàrie era inminente. Un acuerdo con una editorial del país ya estaba en marcha y el proyecto de traducir su obra para el público norteamericano había generado expectación. La mezcla de activismo, cocina tradicional y crítica social con un lenguaje cercano y provocador tenía potencial para conectar con un público global.
Una medida política que afecta la cultura
Según denunció Nicolau en sus redes sociales, el expresidente estadounidense Donald Trump, en su actual campaña y actividad política, ha promovido la eliminación de subvenciones a editoriales norteamericanas que publiquen libros traducidos del extranjero.

Nicolau considera esta decisión un ataque directo a la diversidad cultural, a la circulación de ideas y al acceso del público estadounidense a voces extranjeras que puedan ofrecer perspectivas nuevas sobre temas universales. En su caso, la cocina como herramienta de resistencia, cultura e identidad.
Una reacción tan contundente como genuina
Fiel a su estilo frontal y sin pelos en la lengua, Maria Nicolau no ha dudado en responder con dureza a la medida de Trump. En un mensaje publicado en redes sociales, cargado de ironía y furia controlada, expresó su frustración no solo como autora, sino como ciudadana del mundo. Y lo hizo recurriendo a un lenguaje muy propio: el de la cocina.

La escritora no utilizó un tono institucional, ni buscó el victimismo, sino que apeló a su carácter combativo para dejar clara su postura. En su mensaje se percibe una mezcla de desilusión y rabia, pero también determinación para seguir adelante pese a las barreras políticas que puedan surgir.
Una batalla más allá de los fogones
Esta no es la primera vez que Nicolau utiliza su plataforma para denunciar desigualdades sociales o decisiones políticas que considera nocivas. En su libro ya criticaba duramente la cultura del fast food, el desprecio por la cocina casera y el olvido de la sabiduría popular en favor de una industria alimentaria alienante.
Por eso, la censura indirecta que supone no poder acceder al mercado editorial de Estados Unidos ha sido vivida como una traición al espíritu de libertad cultural. La gastronomía, insiste Nicolau, no es solo placer o técnica, sino una forma de pensamiento, una manera de vivir y compartir.
El mensaje que ha sacudido las redes
Al final de su mensaje, Nicolau no se contuvo. Usó una expresión contundente, cargada de ironía, rabia e identidad catalana, que ha corrido como la pólvora por las redes sociales:
“Ara és veu que aquest en Trump ha tret les subvencions a les editorials americanes que publiquin llibres estrangers, just quan havia de sortir Cuina o barbàrie a Estats Units. VIAM SI HE DE VENIR A FER-TE UN PREI DE BONES PASSADES DE RIBOT, SAPASTRE. SENTIRÀS A PASSAR EL VENT!”
Con este mensaje, Maria Nicolau dejó claro que no se callará ante los obstáculos. Y que, como buena artesana de la cocina, no teme ensuciarse las manos para defender sus ideas. Aunque sea a golpe de cuchillo metafórico.