El regreso a clases siempre marca un nuevo comienzo para millones de escolares en el Reino Unido, y los tres hijos de los príncipes de Gales no son la excepción. Como cada septiembre, el príncipe George, la princesa Charlotte y el príncipe Louis han retomado sus estudios. Aunque este año con un pequeño, pero significativo, cambio: ya no son conocidos en el colegio por sus títulos reales, sino simplemente como George Gales, Charlotte Gales y Louis Gales.
Esta práctica, aparentemente sencilla, ha sido ahora reconocida por el Palacio de Buckingham, confirmando lo que muchos ya sospechaban sobre la princesa Charlotte: en el aula, ella es una más. Ni tratamientos de alteza real, ni deferencias especiales, ni privilegios visibles. Solo una alumna más entre sus compañeros, con una mochila al hombro y una agenda escolar que cumplir.

El uso del “apellido” Gales no es una invención reciente, sino una tradición en la familia real británica. Ya el príncipe William y el príncipe Harry, en su etapa escolar y militar, utilizaron el apellido de su título paterno. En ese entonces, eran conocidos como William Gales y Harry Gales, debido a que su padre, el actual rey Carlos III, ostentaba el título de príncipe de Gales.
La princesa Charlotte no utiliza sus títulos en el colegio
Hasta hace poco, los hijos de William y Kate firmaban como Cambridge, en referencia al ducado que sus padres recibieron al casarse en 2011. De hecho, en su primer día de colegio en 2017, el príncipe George fue fotografiado con una pequeña mochila donde se leía “George Cambridge”.

Sin embargo, desde el ascenso de Carlos III al trono en 2022, los títulos han cambiado. William y Kate pasaron a ser los nuevos príncipes de Gales, y sus hijos adoptaron automáticamente el apellido derivado de ese título.
Charlotte está viviendo una infancia relativamente normal
La importante decisión de mantener a los niños lo más alejados posible del protocolo real mientras asisten a la escuela ha sido bien recibida por la opinión pública. Para muchos, es un gesto que humaniza a la familia real y permite a los pequeños disfrutar de una infancia relativamente normal.
Así, Buckingham Palace ha confirmado oficialmente lo que muchos ya intuían: la princesa Charlotte, pese a su linaje y estatus, es simplemente "Charlotte Gales" cuando cruza las puertas del colegio. Una estudiante más, con amigos, deberes y sueños propios, alejada, al menos por unas horas al día, de la pompa y circunstancia de la realeza.