Han pasado ya 28 años desde la trágica muerte de la princesa Diana, pero su historia sigue generando preguntas. Uno de los aspectos menos conocidos de su legado es qué ocurrirá con Althorp, la majestuosa propiedad donde creció y donde hoy descansan sus restos.
Ubicada en el condado de Northamptonshire, Althorp House lleva más de cinco siglos en manos de la familia Spencer. Con más de 13.000 acres, es mucho más que una mansión: es un símbolo de la historia aristocrática británica.

El príncipe Guillermo no recibirá la herencia de Lady Di
Lo que pocos imaginan es que ni el príncipe Guillermo ni Harry heredarán este emblemático lugar. El heredero designado es Louis Spencer, vizconde de Althorp y sobrino de Diana. Hijo del conde Charles Spencer, Louis tiene 31 años y es el primo menos mediático de los príncipes.
La razón por la que él y no sus primas —Kitty, Eliza o Amelia— será el dueño de la propiedad tiene una explicación. Y es que la tradición de la primogenitura masculina sigue vigente en los Spencer.
Lady Kitty Spencer, la más conocida de las hermanas por su presencia en la moda y los eventos sociales, se ha pronunciado al respecto. "Lo prefiero así, para que la casa permanezca con el mismo apellido. Sé que mi hermano hará un trabajo impecable", declaró con firmeza.

Louis, por su parte, ha preferido mantenerse alejado del foco mediático. Criado en Sudáfrica, estudió en Edimburgo y luego se formó como actor en Londres. Incluso ha optado por usar un nombre artístico, Louis Lyons, para evitar cualquier vínculo con el peso de su apellido.
Han pasado 28 años desde el fallecimiento de Lady Di
Althorp es un lugar lleno de historia. Reformada en el siglo XVIII, cuenta con suelos de mármol, salones monumentales, retratos familiares, una biblioteca imponente y hasta una galería de pinturas de más de 35 metros.
Sin embargo, lo más emotivo se encuentra al aire libre: un lago ovalado con una pequeña isla en el centro, donde está enterrada Diana. Allí, sus hijos pueden visitarla en total privacidad.
Durante los veranos, la casa abre sus puertas al público, permitiendo que miles de admiradores recorran los espacios donde creció la "princesa del pueblo" y sigan conectando con su historia. Aunque no la heredarán sus hijos, su espíritu sigue muy presente entre sus muros.