Dos mujeres con cabello largo y oscuro posan frente a un fondo rosa difuminado con la imagen de unas manos entrelazadas

La boda que acabó con la relación entre Kate Middleton y Meghan Markle

La verdad sobre el momento exacto que dinamitó la relación entre la Princesa de Gales y la Duquesa de Sussex

Durante años, la relación entre Kate Middleton y Meghan Markle ha sido el epicentro de un huracán mediático. Lo que comenzó como la ilusionante imagen de los "Cuatro Fantásticos" junto a sus maridos, los príncipes Guillermo y Harry, pronto se convirtió en un relato de miradas frías, silencios incómodos y un distanciamiento que traspasaba los muros de palacio.

Mucho se ha especulado sobre el origen de esta fractura, pero ahora, fuentes cercanas al Palacio de Kensington han arrojado luz sobre el incidente que marcó un antes y un después en su historia, confirmando que la tensión explotó en el momento más inesperado: los días previos a una boda de ensueño.

Crónica de un desencuentro anunciado

Antes de que estallara la tormenta, ya había señales de que la sintonía entre ambas no era perfecta. La propia Meghan Markle, en su sonada entrevista con Oprah Winfrey, describió su primer encuentro con Kate como "un poco incómodo".

Dos mujeres sonrientes con fondo morado.
Montaje de Kate Middleton con Meghan Markle y un fondo rosa | XCatalunya, @theroyalfamily, Canva Creative Studio

La formalidad de la entonces Duquesa de Cambridge chocó con la espontaneidad de la actriz estadounidense. No era un acto de hostilidad, sino el primer indicio de que dos mundos muy diferentes estaban destinados a colisionar bajo el estricto protocolo de la monarquía británica.

Mientras Kate había pasado una década preparándose para su rol como futura reina consorte, entendiendo cada matiz de la vida institucional, Meghan llegó con la frescura y la mentalidad de una estrella de Hollywood, acostumbrada a una comunicación más directa y emocional. Esta diferencia fundamental en sus estilos de vida y personalidades sentó las bases de una relación cordial, pero distante, donde la verdadera amistad nunca llegó a florecer.

El día que todo saltó por los aires: la pelea por el vestido

El punto de inflexión, el momento en que las grietas se convirtieron en un abismo, ocurrió en mayo de 2018, apenas unos días antes de la boda de Meghan y Harry. El escenario fue la prueba de los vestidos de las damas de honor, entre las que se encontraba la pequeña princesa Charlotte. Según ha trascendido por diversas fuentes, una discusión sobre el ajuste del vestido de la niña provocó un enfrentamiento cargado de tensión entre las dos cuñadas.

Dos personas sonrientes, una mujer y una niña, posan frente a un edificio histórico con una bandera ondeando en la parte superior
Montaje en el que se ve el Palacio de Buckingham, Katte Middleton y la Princesa Charlotte | XCatalunya, redes

Las versiones sobre quién hizo llorar a quién han alimentado la polémica desde entonces. Inicialmente, la prensa británica aseguró que Meghan había hecho llorar a Kate. Sin embargo, la Duquesa de Sussex contó una historia muy diferente en televisión, afirmando que fue ella quien terminó llorando desconsoladamente tras el tenso desacuerdo.

Según su relato, Kate se disculpó más tarde enviándole un ramo de flores, un gesto que, si bien fue aceptado, no pudo reparar el daño ya causado. Ese choque, cargado de estrés pre-nupcial y emociones a flor de piel, fue la gota que colmó el vaso.

Declaraciones oficiales y el peso del silencio

Aunque nunca ha habido una declaración oficial de Palacio sobre este incidente específico, el lenguaje no verbal y las escasas interacciones públicas posteriores hablaron por sí solas. La relación entre sus maridos, los príncipes Guillermo y Harry, también se deterioraba a pasos agigantados, añadiendo una capa extra de complejidad al vínculo entre ellas. La enemistad de los hermanos hacía prácticamente imposible cualquier tipo de reconciliación entre sus esposas.

Una mujer con cabello largo y oscuro sonríe mientras está sentada en un sofá, con un fondo azul y plantas decorativas.
Meghan Markle en una entrevista | YouTube

Desde la mudanza de los Sussex a California, el contacto ha sido prácticamente nulo. Los eventos familiares, como el funeral de la reina Isabel II, se convirtieron en un escaparate de su distanciamiento, con cada gesto y cada mirada analizados al milímetro por la prensa mundial.

La ausencia de cercanía era evidente, confirmando que la brecha que se abrió en aquella prueba de vestuario se había hecho insalvable con el tiempo, la distancia y las acusaciones públicas. La historia que pudo ser y no fue, la de dos hermanas políticas unidas en la realeza, quedó sepultada por un vestido, unas lágrimas y un choque de personalidades imposible de reconciliar.