Entre el día de ayer y hoy Mounir ha pasado unas horas de tranquilidad junto a su familia. Gracias a la rápida actuación de los servicios médicos del hospital de Badalona, el padre de Lamine ya está estable tras llegar de urgencias en un estado grave. Incluso se ha dicho que recomendaron a Lamine no ir a visitarle hasta que se encontrará bien en planta.
Así pues, el jugador del F.C Barcelona aprovechó el día siguiente para ir a ver a su querido padre. Tras un entrenamiento matutino previo al partido del sábado ante el Valencia, el futbolista se dirigió al centro médico de Badalona. Allí pudo hablar con su padre y quedarse más tranquilo al ver que todo se quedó en un susto.
En el mismo centro, los médicos hablaron con Lamine y le dijeron que su padre tuvo mucha suerte. Según los expertos sanitarios las armas que utilizaron para apuñalarle se quedaron a pocos milímetros de algunos órganos vitales de Mounir. Yamal salió del hospital pensativo a la vez que aliviado.
Lamine había ido en coche hasta el hospital acompañado de familiares y un directivo azulgrana. A la salida del mismo el jugador le dijo a dicho deportivo que su padre tuvo mucha suerte de que apareciera un amigo suyo. "Si no, lo matan", le habría explicado el jugador al miembro del área deportiva.
Las investigaciones avanzan
Desde el mismo instante que los servicios médicos se llevaron a Mounir al hospital, los Mossos abrieron una investigación para encontrar a los culpables de este supuesto intento de asesinato. Durante la noche y la mañana del día de ayer las autoridades detuvieron a un total de cuatro sospechosos como presuntos culpables de las apuñaladas hacia el padre de Lamine.
En su defensa, los arrestados relataron que el enfrentamiento inicial de la tarde fue culpa de Mounir y su inestable carácter. Estos hechos ocurrieron sobre las 16:00 horas, cuando el padre de Yamal paseaba a su perro por el barrio de Rocafonda. Allí, un niño le arrojo agua desde una terraza.
Estos hechos desencadenaron en los enfrentamientos. Otros vecinos del barrio aseguraron que Mounir no empezó la trifulca, y fueron los otros sospechosos los que le agarraron del cuello, le golpearon y lo arrojaron contra el suelo. Estos se tratarían de unos vecinos de origen español que más tarde le tendieron una trampa a Mounir.
Los cuatro españoles quedaron con él en un aparcamiento de Mataró, donde le rodearon y atacaron. Fuentes de los Mossos de Esquadra aseguran que solo uno de ellos apuñaló al padre de Lamine. Lo hizo hasta en tres ocasiones, dos en el abdomen y una en el tórax. Además, ha salido a la luz que el arma utilizada para apuñalarle habría sido un destornillador.