La travesía de la princesa Leonor a bordo del buque escuela Juan Sebastián de Elcano, que forma parte de su formación militar en la Armada Española, ha estado marcada por desafíos inesperados que han captado la atención pública.
A pesar de su dedicación y compromiso, recientes informes señalan que la heredera al trono ha enfrentado dificultades en las exigentes pruebas físicas del programa, lo que ha generado preocupación tanto en la institución militar como en la Casa Real.
¿Qué ha pasado?
Durante su estancia en el Juan Sebastián de Elcano, Leonor ha sido objeto de varias amonestaciones verbales por parte de sus superiores debido a un rendimiento físico considerado por debajo de lo esperado.

Estas advertencias, aunque no constituyen sanciones formales, reflejan la importancia que se otorga al esfuerzo y la disciplina en la formación militar. Según fuentes internas, la princesa ha mostrado una actitud menos entusiasta hacia las actividades físicas, prefiriendo centrarse en las tareas académicas y protocolarias, donde destaca notablemente.
Además, se ha informado que en ocasiones Leonor ha optado por descansar en su camarote durante las sesiones de entrenamiento matutinas, lo que ha sido interpretado por algunos como una falta de implicación. Sin embargo, es importante destacar que estos comportamientos no han afectado su relación con sus compañeros, con quienes mantiene una convivencia armoniosa y respetuosa.
Silencio de la Casa Real
La Casa Real no ha emitido un comunicado oficial respecto a estas informaciones. No obstante, se presume que tanto el rey Felipe VI como la reina Letizia están al tanto de la situación y podrían estar preocupados por la repercusión mediática que estos informes puedan tener en la imagen pública de su hija. La formación militar de Leonor es un componente clave en su preparación como futura jefa de las Fuerzas Armadas, y cualquier señal de desajuste en este proceso es motivo de atención.

Desde la Armada, las fuentes consultadas han enfatizado que las amonestaciones verbales son una herramienta habitual para corregir conductas sin necesidad de recurrir a medidas disciplinarias más severas. Han subrayado que la princesa no ha mostrado actitudes de rebeldía ni insubordinación, y que su desempeño en otras áreas de la formación es satisfactorio.