El príncipe Haakon de Noruega se ha visto inesperadamente señalado en medio de una tormenta mediática que no deja de crecer. La polémica estalló cuando se reveló un nuevo dato en el caso judicial que rodea a Marius Borg, su hijastro. Una exclusiva que ha generado más inquietud en la Casa Real escandinava.
Lo que parecía un asunto personal de Borg se ha convertido en una crisis institucional con tintes preocupantes. La prensa noruega no habla de otra cosa y la pregunta es inevitable: ¿por qué el nombre de Haakon ha quedado ahora ligado a un episodio tan oscuro?

El príncipe Haakon aparece vinculado al viaje de Marius Borg en 2023
Durante más de un año, el caso de Marius Borg Høiby ha estado en el centro de la atención pública. Hijo de la princesa Mette-Marit, Borg ha pasado de ser un joven rebelde a convertirse en protagonista de uno de los procesos judiciales más graves en la historia reciente de Noruega.
A lo largo de meses de investigación, la Fiscalía de Oslo le ha imputado 32 delitos, entre ellos cuatro presuntas violaciones. En medio de esa acumulación de cargos, la relación de Borg con la Familia Real siempre ha sido motivo de escrutinio. El silencio oficial de la monarquía y la prudencia del príncipe Haakon solo han alimentado el debate sobre hasta qué punto la institución puede desligarse de la conducta del joven.
Ahora, una revelación de última hora ha encendido todas las alarmas. Según la Fiscalía de Oslo, uno de los presuntos abusos de Marius Borg se habría producido en octubre de 2023 durante un viaje a Henningsvær. Ese viaje lo realizó junto al príncipe Haakon, lo que inevitablemente ha colocado al heredero en el centro del huracán.

El diario noruego Dagbladet aseguró que una de las víctimas acusa a Borg de haberla agredido durante aquellas vacaciones. Aunque Haakon no figura como investigado, su mera presencia abre un debate complejo sobre la responsabilidad y el grado de conocimiento que pudo tener. La pregunta es delicada: ¿cómo gestionar la imagen de un heredero cuyo entorno cercano aparece manchado por un caso tan turbio?
El documento judicial describe con precisión la secuencia. Durante la estancia en Henningsvær, el príncipe Haakon se retiró temprano a descansar en su habitación. Mientras tanto, Marius Borg salió de noche y conoció a una joven de unos 20 años, con la que mantuvo un primer contacto aparentemente consensuado.
Sin embargo, la acusación detalla que esa relación terminó en un presunto abuso. Además, Borg habría grabado imágenes íntimas de la víctima sin su consentimiento mientras ella dormía. De confirmarse, la condena podría suponerle hasta diez años de prisión, según prevé el código penal noruego.
La presión mediática del caso sacude al príncipe Haakon y a la princesa Mette-Marit
La prensa noruega lleva meses criticando la actitud de la monarquía frente a este escándalo. Muchos periodistas señalan que la Casa Real no ha sido transparente durante la investigación y que ha tratado de minimizar la magnitud del caso. Ahora, con Haakon en el foco, el cuestionamiento se multiplica.
El silencio de Mette-Marit parece una estrategia para evitar polémica, mientras que Haakon se ha limitado a una declaración: "El caso se llevará a los tribunales, que decidirán el resultado final. Seguiremos cumpliendo con nuestras responsabilidades lo mejor que podamos, en eso estamos centrados. Sin duda, todos los involucrados en este asunto lo encuentran desafiante y difícil".

La vinculación del príncipe Haakon al viaje en el que Marius Borg cometió un presunto delito ha abierto un capítulo aún más delicado para Noruega. Aunque la Fiscalía no señala al heredero como implicado, su cercanía al joven pone en jaque la reputación de la monarquía. La incógnita es si la institución logrará superar esta crisis o si el escándalo dejará una huella imborrable en su futuro.