La recta final de su verano no iba a ser discreta. Tras arrasar en estadios, Aitana ha cruzado medio mundo para desconectar en Bali. El destino, el entorno y la compañía han encendido el radar del corazón.
Las fotos son pocas, los detalles medidos y el misterio, calculado. Las pistas aparecieron a cuentagotas en Instagram y en vídeos de terceros. Lo suficiente para alimentar la conversación sin revelar más de la cuenta, exactamente como a ella le gusta.
Un viaje que esconde confirmaciones
La pareja aterrizó en Indonesia tras una escala en Dubai. Varios testigos les reconocieron y compartieron imágenes en redes. Aitana posteó momentos con su amiga Violeta Hernández, presencia habitual en su círculo, mientras Plex fue más cauto.

AS explicó que la escapada llega tras su minigira y el cumpleaños de Aitana a principios de julio, cuando ya hubo fotos por su parte. Antes, Diez Minutos ya había publicado la exclusiva de sus primeras imágenes juntos en Madrid. Desde entonces, el relato se ha asentado sin necesidad de posados pactados.
La discreción no ha evitado la conversación. El programa “D Corazón” habló de instantáneas captadas por locales en la isla. En paralelo, el ecosistema fan rastreó cada detalle: motos, cenas y selfies con seguidores.
El ‘Jasmyn’ de Meshki y el efecto arrastre de Aitana
El comentario de moda se lo ha llevado su look de noche. Un vestido ceñido, marrón chocolate, salpicado de brillos y con la espalda completamente al aire. ¡HOLA! Fashion identificó la prenda como el modelo Jasmyn de la firma australiana Meshki. El Nacional detalló que el precio ronda los 175 euros, según la web de la marca y disponibilidad reciente.

Más allá del número, el vestido confirma una pauta estética. Aitana repite silueta de “segunda piel” y apuesta por el escote de espalda como firma personal del verano. La fotografía con Violeta, luz de flash y brillo controlado, consolida un look muy “Discover” -reconocible, replicable y perfecto para viralizar en cuanto aparece una marca y un modelo.
La gestión de la intimidad y las reacciones oficiales
No hay comunicados, ni falta que hacen. La relación habla a través de actos públicos, acompañamientos discretos y algún guiño reciente. En julio, Plex se dejó ver en conciertos clave en Madrid. En entrevistas y directos ha deslizado que vive un gran momento personal, mientras la prensa reseñó su “estoy enamorado” en piezas de contexto que terminaron de fijar el relato.
Aitana, por su lado, administra tiempos y contenidos: comparte imágenes estéticas, evita sobreexponerse y deja que el viaje a Bali funcione como escenario de calma tras meses de ruido profesional. La lectura mediática es casi unánime. Vacaciones de lujo sobrio, código de pareja sin saturar el timeline y una estampa que sube la demanda de un vestido concreto. Moda, romance y posicionamiento digital en una misma postal.