Siguen pasando los días y el futuro de Nico Williams sigue siendo una incógnita absoluta. Transcurrido ya un mes desde la apertura del mercado de fichajes y casi tres semanas desde el término de la Eurocopa, aún no parece haber ningún avance en el culebrón. Y el barcelonismo, aunque comenzó dejándose invadir por la ilusión, está empezando a impacientarse.
Por un lado, la parroquia culé empieza a desconfiar de una prensa que considera oportunista. Cada día se publica información contradictoria y poco clara que termina por confundir y que parece estar expresada sin garantías. Como si cada periodista o medio de comunicación estuviera batallando por colgarse la medalla una vez se determine qué ocurre con Nico Williams.
"Están jugando con la ilusión de la gente", empieza a escucharse en el entorno culé; y, en cierto modo, así parece ser. Dependiendo del portal de noticias que leas o del periodista que sigas en X, la realidad es una u otra totalmente distinta. Un día parece que la llegada de Nico Williams está prácticamente cerrada; al otro, que el futbolista está cerca de decidir quedarse en el Athletic.
Mosqueo también con la gestión
Y, por otro lado, el descontento con la gestión de la confección de la plantilla por parte de la cúpula directiva está aumentando con el paso de los días. El posible fichaje de Dani Olmo por el Barça no termina de convencer del todo, pues, pese a su extraordinario nivel en los últimos meses, es un futbolista con una amplia tendencia a lesionarse.
Además, de todos los avances productivos que se suponía que iba a ejecutar el Barça este verano, de momento no se ha producido ninguno. Ni el acuerdo con Nike ni el pago de 40 millones por Barça Vision ni el acoplamiento a la Regla 1:1. Y, estando a dos semanas de que comience la competición oficial, la paciencia empieza a agotarse.
Por último, la gestión de Deco tampoco está terminando de convencer del todo, pues no fue capaz de cerrar algunos fichajes que podrían haber resultado determinantes para los intereses del Barça. El de Arda Güler, por ejemplo. O el de Lucas Bergvall.
Se suponía también que en esta ventana de transacciones debían producirse varias salidas del actual plantel culé y por ahora no se ha ido nadie. Tampoco parece estar cerca de cerrarse el fichaje del tan ansiado pivote que el Barça tanto ha extrañado durante el último año.