Take Kubo no se muerde la lengua. El futbolista japonés, uno de los jugadores más determinantes de la Real Sociedad en las últimas temporadas, ha hablado alto y claro tras la reciente derrota del conjunto txuri urdin frente a un equipo de Segunda División de Japón.
Y su mensaje no ha pasado desapercibido. “Cuando vine aquí estaba rodeado de David Silva, Mikel Merino, Zubimendi, Brais, Isak... El presidente me dijo que éste era un club que aspiraba a ganar LaLiga todos los años, pero para eso se necesita un plus”, ha declarado sin rodeos.
Kubo no solo expresó su frustración por el nivel actual del equipo, sino que aprovechó para hacer un llamamiento a la directiva. Considera que la plantilla actual se ha debilitado en exceso en comparación con la que le convenció para unirse al proyecto donostiarra.

Y no le falta razón: en apenas dos temporadas, la Real ha perdido a figuras clave como Merino, Zubimendi, Le Normand, Brais Méndez o incluso al propio entrenador Imanol Alguacil, que abandonó el club al final de la pasada campaña tras reconocer que el proyecto ya no tenía más recorrido bajo su mando.
Kubo quiere seguir, pero exige más
Pese a todo, Kubo ha dejado claro que su intención es seguir en San Sebastián… al menos por ahora. Su compromiso con la Real sigue vigente, pero el cambio de ciclo que atraviesa el club y su reciente decisión de cambiar de agencia de representación alimentan las especulaciones sobre su futuro.

Con un valor de mercado estimado en 40 millones de euros y una cláusula de rescisión de 60, su salida no sería sencilla, pero tampoco imposible si los intereses deportivos del jugador no se ven satisfechos. El nipón sabe que está en uno de los mejores momentos de su carrera.
Esta temporada ha disputado 52 partidos, ha marcado siete goles y ha repartido seis asistencias. Más allá de los números, su impacto en el juego ha sido vital. Por eso, considera que no puede seguir cargando solo con la responsabilidad de tirar del equipo. Necesita rodearse de talento, de jugadores con ambición y calidad.
Una llamada de atención a la dirección deportiva
Las declaraciones de Kubo no son solo una reflexión personal. Son, en el fondo, una advertencia. El japonés no quiere vivir otra temporada lejos de Europa ni otra decepción colectiva. La Real Sociedad terminó la pasada campaña fuera de las competiciones europeas, sin llegar lejos en Copa del Rey.
Por eso Kubo considera que es momento de actuar. El club ha incorporado jóvenes promesas como Pablo Marín, Barrenetxea, Aramburu o Turrientes, y ha apostado por fichajes de proyección como Sucic, Sergio Gómez o Zakharyan. Pero para el japonés, esto no es suficiente. “Hace falta un plus”, repite como mantra.
¿Riesgo de salida?
El cambio de agencia de representación de Kubo puede ser más que un simple movimiento contractual. Ese tipo de decisiones abren la puerta a nuevos intereses, nuevos pretendientes y nuevas estrategias. Aunque él ha asegurado que quiere seguir, también ha dejado claro que no está dispuesto a permanecer en un equipo sin ambición.
Quiere quedarse, pero no a cualquier precio. Si la Real quiere retener a su estrella japonesa, tendrá que demostrar con hechos que el proyecto sigue siendo competitivo. Porque Kubo no quiere vivir de promesas. Quiere volver a pelear por Europa, por títulos, por todo. Como cuando llegó, rodeado de nombres que ya son historia del club.