El Sporting de Gijón encara los últimos días del mercado con máxima tensión. El club rojiblanco, dirigido por Asier Garitano, necesita apuntalar una plantilla que todavía presenta carencias. Con el campeonato de Segunda División recién iniciado, la dirección deportiva trabaja a destajo para cerrar al menos dos incorporaciones antes del cierre.
La prioridad está clara: un extremo que aporte desborde y velocidad, junto a un lateral izquierdo de garantías. El técnico vasco ha transmitido a los responsables deportivos la urgencia de sumar efectivos, consciente de que la temporada en la categoría de plata será muy exigente.
El extremo, primera necesidad de Garitano
El Sporting perdió opciones importantes en el mercado, como Dani Luna, que acabó en el Huesca. Desde entonces, los esfuerzos se centran en encontrar un sustituto para reforzar la banda. Lasha Odisharia, futbolista georgiano del FC RFS, reaparece como objetivo, aunque su club exige cantidades elevadas.

Ante esa dificultad, el club estudia otras alternativas. Una de ellas es Óscar Cortés, joven colombiano de 21 años con contrato en el Rangers escocés. Su proyección, regate y capacidad para desequilibrar lo convierten en un perfil ideal para el estilo de Garitano, aunque ocuparía plaza de extracomunitario.
La defensa espera refuerzos experimentados
Mientras se avanza en la búsqueda de un extremo, el club no pierde de vista la defensa. Tras las incorporaciones de Perrin y Pablo Vázquez, aún queda por resolver el costado izquierdo. El cuerpo técnico quiere un jugador experimentado que aporte jerarquía y estabilidad en una zaga que sufrió la pasada campaña.

En este contexto surge el nombre de Brian Oliván, lateral zurdo de 31 años que quedó libre tras su paso por el Espanyol. El jugador catalán acumula amplia experiencia en Primera y Segunda División, por lo que encajaría perfectamente en los planes del Sporting.
Oportunidad de mercado con Oliván
La opción de Oliván resulta atractiva porque no requiere traspaso. Su condición de agente libre permite negociar directamente con el futbolista y su entorno. El club rojiblanco confía en que su veteranía refuerce a un bloque que combina canteranos con jugadores recién llegados.
Sin embargo, no será fácil convencer al lateral, que también maneja propuestas de clubes de Primera. El Sporting se aferra al proyecto deportivo de Garitano y a la oportunidad de ser titular indiscutible para intentar convencerle.
Salidas y equilibrio económico
En el capítulo de bajas no se esperan grandes movimientos. Futbolistas como Queipo, Kembo u Oyón aparecieron en rumores de mercado, pero ninguna negociación ha avanzado. La entidad prefiere mantener la base del equipo y evitar sobresaltos en una temporada marcada por la necesidad de estabilidad.
El margen salarial tampoco ayuda. La dirección deportiva trabaja con cuidado para no sobrepasar los límites impuestos por LaLiga. De ahí la importancia de encontrar jugadores libres o cesiones con coste reducido que permitan completar la plantilla sin comprometer las cuentas.
Garitano pide rapidez en las gestiones
El técnico vasco ha sido claro en sus declaraciones: necesita refuerzos cuanto antes. Garitano entiende que el grupo actual tiene talento, pero teme que las carencias en los costados penalicen al Sporting en un campeonato largo y competitivo. La exigencia en Segunda no deja margen para comenzar con dudas.
El Sporting afronta días decisivos. La dirección deportiva se mueve entre negociaciones complejas y contactos de última hora. La afición espera la llegada de caras nuevas que devuelvan la ilusión y permitan soñar con un equipo más sólido.
Una recta final llena de incertidumbre
El desenlace del mercado marcará la hoja de ruta de la temporada. Si se cierran las incorporaciones deseadas, Garitano contará con una plantilla equilibrada para competir por objetivos ambiciosos. Si no llegan, el Sporting se expone a una campaña de sufrimiento en la siempre complicada Segunda División.
La posible llegada de Brian Oliván representa mucho más que un simple refuerzo. Sería el mensaje de que el Sporting quiere competir con todas las garantías. En Gijón saben que cada movimiento en estas últimas horas puede decidir el rumbo del curso.